Independiente Rivadavia lo venció holgadamente; Lanzini volvió a la formación con mayoría de suplentes.
Como si fuera golpeado por el famoso viento Zonda, cuya llegada a Mendoza impidió un amistoso el 17 de noviembre pasado, River sufrió una dura derrota por 4 a 0 ante Independiente Rivadavia en el estadio Malvinas Argentinas.
Por lo general, estos partidos no arrojan muchas conclusiones debido a los numerosos cambios permitidos, las tácticas se desordenan con tantas modificaciones y no se cuenta con el VAR para corregir errores. Sin embargo, la noche mendocina expuso el bajo rendimiento de una versión alternativa de River, compuesta por muchos jugadores que buscan convencer a Demichelis durante los entrenamientos en Ezeiza para ganarse un lugar en el equipo titular. La mayoría quedó en deuda, desde Lanzini, que regresaba después de 62 días sin jugar debido a una lesión, hasta Kranevitter, quien no mostró el nivel que tenía antes de emigrar en 2015, pasando por los defensores Boselli y Martínez, este último recuperándose de una lesión en el tobillo derecho.
A pesar de tener la posesión durante la mayor parte del partido, River careció de ideas en el ataque. Colidio fue el único delantero definido en la formación 4-3-2-1 de Demichelis. El equipo careció de sorpresa y ritmo para desequilibrar la defensa de Independiente Rivadavia, cuyo principal objetivo es salir del último lugar de la tabla de promedios. Si no fuera por las estadísticas en la Copa de la Liga, sería difícil creer que Independiente Rivadavia, rápido y preciso en los contraataques, es el mismo equipo que humilló a un rival que lleva 17 partidos sin perder oficialmente.
Los goles de Sartori y Vázquez dejaron a River dos goles abajo al descanso. Demichelis intentó cambiar el rumbo con una propuesta audaz en el segundo tiempo, pero la estrategia fracasó y River siguió sufriendo ante la Lepra mendocina.
Tonetto amplió la ventaja con un tiro libre y Moreno, exjugador de la reserva de River, anotó el cuarto gol. Desconcertado, River buscó el gol sin convicción.
Demichelis quedó atónito al final del partido. Tanto él como sus jugadores abandonaron el campo en silencio, reflexionando sobre los rendimientos individuales antes del próximo partido contra Huracán y el debut en la Copa Libertadores contra Deportivo Táchira en Venezuela.
