Racing venció a Boca Juniors en un clásico electrizante

La Academia se impuso por 2-0 con goles de Luciano Vietto y Maravilla Martínez.
Edison Cavani
Edison Cavani rodeado de rivales

Boca terminó descontrolado y sufrió la expulsión de Kevin Zenón apenas siete minutos después de ingresar al campo de juego, en un partido cargado de tensión y polémica.

En una noche vibrante en el Cilindro de Avellaneda, Racing superó con autoridad a Boca Juniors y se quedó con el clásico gracias a un contundente 2-0. Con goles de Luciano Vietto y Maravilla Martínez, el equipo dirigido por Gustavo Costas desplegó un juego dinámico y efectivo, dejando sin respuestas al conjunto xeneize, que nunca logró imponer su ritmo ni encontrar asociaciones ofensivas.

Desde el inicio, Racing tomó el control del partido y fue ampliamente superior a su rival, que mostró serias dificultades para generar peligro en el área rival. Boca, por su parte, se mostró impreciso en la salida, desconectado en el mediocampo y sin ideas claras para romper la sólida defensa académica. A medida que pasaban los minutos, la desesperación se hizo evidente, sobre todo en el tramo final del encuentro, cuando Kevin Zenón, que había ingresado minutos antes, vio la tarjeta roja tras una dura falta sobre Maxi Salas. La expulsión dejó a su equipo con un hombre menos y sin margen de reacción, sellando el destino.

El regreso de Fernando Gago al estadio de Racing estuvo lejos de ser amistoso. El entrenador fue silbado por la hinchada local, que no olvida su paso como DT de la Academia, y sus modificaciones no lograron cambiar el rumbo del equipo. A pesar de algunos intentos aislados, Boca nunca encontró el camino para inquietar con claridad a su rival. Incluso, Gago tomó una decisión que generó sorpresa y descontento entre los hinchas xeneizes: sacó a Edinson Cavani a falta de media hora para el cierre del partido.

El encuentro tuvo momentos de gran intensidad y fricción, con un total de 12 jugadores amonestados y un expulsado. Racing, impulsado por el ímpetu de su entrenador y por un equipo que interpreta a la perfección su idea de juego, terminó con la moral en alza y la confianza fortalecida de cara a lo que viene. Boca, en cambio, dejó más dudas que certezas. El proyecto de Gago sigue sin consolidarse, la falta de contundencia ofensiva preocupa y la necesidad de encontrar soluciones se vuelve urgente si el equipo pretende transformar el deslucido comienzo del 2024 en una temporada verdadera.

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