Con gol de Bruno Zuculini y penal atajado de Gabriel Arias mediante, la Academia sumó su tercer triunfo seguido en el torneo y se le fue a cuatro al Ferroviario, que por ahora ocupa el último lugar de clasificación a falta de dos fechas (y lo que queda de la 14) para el cierre de listas .
Racing salió a jugar el encuentro como suele hacerlo con Costas, ataque tras ataque desde el minuto uno. Pero por una u otra cuestión, el grito se le atragantaba a los hinchas en el Cilindro. Ya sea un pifie de Maravilla Martínez, una verdadera rareza para el goleador del campeonato; o la desconfianza de Salas a su derechazo, que lo llevaba a enganchar siempre para su zurda hasta que lo taparan; o incluso la falta de puntería área de los centrales en alguna pelota parada.
Más allá de estas excepciones, lo que fue norma en el área santiagueña para que cada jugada no termine en gol de Racing fueron las atajadas de Alan Aguerre. El uno del Ferroviario tuvo un primer tiempo de película, una que tuvo su pico de emoción cuando sumó dos dobles atajadas con apenas un minuto de diferencia. Fue tan bueno lo del arquero que hasta también respondió en la jugada del gol académico, negándole el cabezazo a Zuculini en un primer momento pero más lento que el volante para reaccionar: mientras a él le costó levantarse, el mediocampista optó por rematar desde el piso y así puso el 1-0. Para entonces, la estadística marcaba seis atajadas del arquero visitante.