Su forma de jugar con el Gallego lo hizo alternar buenas campañas, incluso con chances de ascenso. Luego migró hacia Midland y su trabajo empezó a cobrar algo más de visibilidad cuando a mediados de 2022 consiguió el campeonato Apertura con el club de Libertad y lo entusiasmó con la posibilidad de acceder a la B Metropolitana.
Los años de trabajo intenso lo llevaron a querer parar un poco y volver a las bases del análisis. Pero un llamado lo volvió a poner en órbita y frente a un desafío difícil de rechazar. La propuesta consistía en ser asistente técnico de Riestra. Estuvo seis meses al mando de esa tarea, hasta que, de un momento a otro, tras la salida de Walter Marchesi, llegó la oportunidad de ponerse la ropa de entrenador principal y en tan solo dos meses consiguió el ansiado objetivo: el ascenso a Primera.
“Era muy reciente mi salida de Midland y no podía pensar en mediano plazo. Todavía no había hecho un balance de mis siete años de dirigir ininterrumpidamente y necesitaba parar. La vorágine del fútbol te consume. Te vas de vacaciones y estás con el teléfono armando el plantel. No tenés tiempo para sentarte y pensar lo que hiciste bien y mal. En ese tiempo en el que estaba pensando lo que habían sido mis tres años en Centro Español y mis siete meses en Midland, me llama Diego (Figueroa) y me convoca para una nueva tarea. Nunca había sido asistente. Lo tomé como un aprendizaje”, explica.
Y agrega con cierta extrañeza frente a la rapidez con la que vivió todo: “En mi tarea de ser entrenador asistente muy abocado a las metodologías y las tareas de campo, tuve la posibilidad de conocer el plantel y la dinámica del club. Cuando pasé a la función de entrenador principal, intenté potenciar al equipo en los partidos en los que todo era ganar o quedar afuera”, cuenta.
Modolo sostiene que “cada jugador que llega entiende que se viene a meter a una máquina que ya funciona y viene a hacer una función específica, aunque eso pueda varias por los sistemas tácticos. Es un equipo muy agresivo para recuperar la pelota, solidario, ordenado y se le pudo agregar un carácter ofensivo muy importante en el último tiempo. Jugamos con cuatro números 9 y para eso hace falta un despliegue enorme porque son jugadores acostumbrados a no defender. A pesar de que la gente dice que cinco en el fondo es defensivo, aunque las estadísticas digan lo contrario”.
-La experiencia no es garantía de nada, haber sido ex futbolista no es garantía de nada. Se gana y se pierde con todo. Hay futbolistas mega estrellas que se retiran y a los dos meses están dirigiendo. A algunos les va bien, a otros no tanto. Queda en evidencia que, con trabajo, dedicación, humildad y estrategia, se puede ocupar los lugares que deseábamos hace mucho.