Novak agrandó su leyenda y recorta distancia con Federer y Nadal en títulos de Grand Slam.
Final por todo lo alto la que esperaba en el Open de Australia. Novak Djokovic, actual número uno del ranking y vigente campeón del torneo y Daniil Medvedev, el jugador de moda con 20 victorias consecutivas. Era el mejor duelo que se podía esperar después de haber visto cómo habían acontecido las cosas durante dos semanas. Según nuestro análisis en la previa esperaba un duelo igualado. La veteranía de Djokovic se iba a enfrentar ante la solidez y resistencia del tenista ruso. En el cara a cara el serbio ganaba 4-3, aunque de las cuatro últimas veces tres fueron para el pupilo de Gilles Cervara.
Nole saca su experiencia
Djokovic empezó el partido como un número uno. Primer servicio y saque directo. Ganó el primer juego con autoridad. Además su primer turno de resto lo hizo muy profundo y jugando sobre la derecha de Medvedev que estaba algo nervioso y cedió a las primeras de cambio su saque. Nole certificó la rotura con el siguiente juego en blanco. Medvedev empezó a carburar y ganó los tres siguientes juegos consiguiendo el break. El ruso se mostró más sólido de fondo y el serbio se desesperó intentando acortar los puntos y cometiendo fallos. Tras el 3-3, Novak pudo ganar el siguiente servicio para seguir llevando las riendas en el marcador.
La presión pasaba para Medvedev ya que la primera manga estaba en los juegos decisivos. El ruso seguía a su ritmo y el saque empezaba a funcionar. Novak como mínimo se aseguraba el tie break ganando el undécimo juego y poniendo el 6-5. Medvedev no podía fallar si quería irse a la primera muerte súbita. De repente el 0-40 avistaba tres bolas de set para el serbio. Daniil salvó las dos primeras con el servicio, pero a la tercera la derecha se estrelló en la red y Djokovic tomaba ventaja en la final.
Djokovic sigue golpeando
Medvedev salió con ganas de dar un golpe sobre la mesa. Después de un juego disputado consiguió el break e iniciaba la segunda manga con ventaja. Djokovic volvía a las tablas tras un gran juego y restos muy profundos que le dieron la iniciativa desde el inicio. Luego tomó ventaja metiendo muchas bolas y desesperando a su rival. El partido siguió igual. Djokovic sacaba de las casillas a su rival que se estaba precipitando y así volvía a ceder el servicio.
Nole mandaba 3-1 y tenía opciones de marcharse en el marcador. Con el servicio puso el 4-1 y la segunda manga estaba encarrilada. Medvedev estaba en un momento crítico y con el 5-2 rompió la raqueta y recibió los abucheos del público. Con una nueva rotura Novak puso el 6-2 y tenía la final en sus manos.
Nole sigue reinando
Djokovic empezó con dudas tras dos dobles faltas. Un 15-40 daban dos opciones de rotura al ruso. Entonces llegó la experiencia del serbio que salvó la situación y se ponía otra vez por delante. Medvedev estaba muy mal de cabeza y volvía a quebrar dejando ya todo casi visto para sentencia. Confirmó la rotura y el 3-0 hacían ver que podía quedar poco tiempo de final. Medvedev intentaba sobrevivir, pero Djokovic aguantaba una y otra vez. Cada vez estaba más enchufado y con el 5-2 tenía la opción al resto de ganar el partido. Llegaba la bola de partido y no falló, ya que con un remate certificó su noveno título en Australia y ya son 18 en Grand Slam.