La victoria frente a Central Córdoba de Rosario por Copa Argentina no hizo modificar el escenario de conflicto interno que vive el plantel de Boca.
Es que el episodio que tiene como protagonista a Agustín Almendra, excluido del plantel profesional por Sebastián Battaglia y enfrentado con los referentes del plantel según expresó sin filtros Darío Benedetto, tardará en superarse. Tras la victoria en el Mario Kempes, de Córdoba, quien dejó su particular punto de vista fue Eduardo Salvio. «El puterío no va conmigo», disparó el ex Lanús.
«No voy a hablar de eso. Perdón por la palabra, pero el puterío no va conmigo. Son cosas que ya pasaron y ya hablaron los que tenían que hacerlo. Para mí es un tema cerrado y no voy a decir nada al respecto. Pienso enfocarme en los partidos», afirmó el flamante 10 del Xeneize, que no quería hablar pero que con su exabrupto dijo mucho.
La frase de Salvio se parece, de algún modo o de varios, a aquel hit noventoso de Diego Latorre en tiempos de Héctor Veira como entrenador de Boca: «Esto es un cabaret», afirmó a mediados de 1998 el hoy comentarista televisivo, harto de las internas que arreciaban al vestuario y las filtraciones a la prensa. Sin embargo, a diferencia de aquellas cuatro palabras de Gambetita el mensaje de Salvio no queda claro si es hacia adentro -al plantel y/o al cuerpo técnico- o hacia afuera -a los periodistas-. Lo cierto es que su mensaje no alimenta la paz ni la armonía para un grupo que, más allá de los resultados, vive preso de sus vaivenes fuera del campo de juego.
También el entrenador Sebastián Battaglia le puso palabras a la situación tras el encuentro, que terminó con goleada por 4-1 para su equipo, más allá de algunas incomodidades en el primer tiempo. Dijo: «Estoy muy tranquilo. Son situaciones difíciles pero hay decisiones que tomar. Esto nos tiene que hacer fuertes, queremos lo mejor para nuestro equipo. Yo fui claro con el plantel hace unos días y todos saben cómo va a ser esto.»
La interna trascendió luego de la decisión del técnico de separar del plantel de Primera a Agustín Almendra y a Alan Varela. De inmediato aclaró: «Son casos diferentes». Se supo luego, con Almendra casi se agarra a golpes de puño; con Varela fue un detalle menor, cuentan quienes conocen en detalle los pasillos y los vestuarios de La Bombonera y sus aledaños.
Luego salió a hablar Darío Benedetto, en claro respaldo al entrenador. Señaló: “Con Agustín se habló demasiado. Esto viene de hace rato. Yo no estaba presente, pero hubo otros problemas y se cortó de raíz. Agustín es un jugador del club y características le sobran para jugar, pero mentalidad no. Hay cosas que dentro del grupo no se aguantaban más, lo hablamos con el entrenador y el Consejo de Fútbol los referentes del plantel. Era algo que tenía que pasar”.
Esta mañana, la Reserva de Boca recibió a Huracán y empató 1-1 ante la atenta mirada de Ameal, Riquelme y Javier Mascherano, quien se acercó en su nuevo rol a cargo de las categorías juveniles de la Selección Argentina. Y en la tribuna también estaba Agustín Almendra, quien todavía no se expresó respecto al conflicto que atraviesa en el club.