Marc Márquez ganó de punta a punta el Gran Premio de Argentina, con 10 segundos de ventaja sobre el italiano Valentino Rossi.
La Argentina disfrutó de un podio histórico. Porque allí arriba, en la pasarela aérea del circuito de Termas de Río Hondo, estaban ellos dos. Marc Márquez (Honda), celebrando su primera victoria del año (después de esas pocas milésimas detrás de Andrea Dovizioso en Qatar), y el eterno Valentino Rossi (Yamaha), en el segundo escalón del podio. Histórico por lo que representan ambos. La hegemonía del español, que marca una era en el deporte de las dos ruedas, y por lo que representa el italiano, para muchos el más grande de todos los tiempos.
Campeón en 2013, 2014, 2016, 2017 y 2018, Márquez parece estar llamado a batir todos los récords. Y porque Valentino, a los 40 años, ya no tiene que demostrar nada más. Entró en el Olimpo con sus 6 títulos en la categoría madre (9 entre las tres disciplinas). Y allí estaban ellos dos. Compartiendo entre sonrisas el logro personal de cada uno.
Márquez, porque logró su victoria tras el segundo puesto tan ajustado en Qatar. Rossi, porque le ganó el duelo a Dovizioso y se mostró nuevamente competitivo. Muy lejos, claro, del vencedor, que llegó a obtener más de 12 segundos de ventaja. Y la foto del podio se contrasta con la pelea del año pasado, cuando Márquez tocó a Valentino, el italiano se cayó, y el español, al acudir al box de Yamaha para pedir disculpas, sólo recibió silbidos, reprobación y el desaire, al ser rechazado.
Desde la largada misma, Márquez hizo valer su condición de poleman y se escapó en la vanguardia. En ningún momento su liderazgo estuvo en peligro. Jamás. Por eso las miradas hacían foco en la lucha por el segundo puesto, que se centró entre Rossi y Dovizioso, aunque al principio también participó Jack Miller ¿Qué tiene Márquez para ser tan contundente? Claro está, Honda continúa con su desarrollo en una máquina que se adapta a su estilo. Todo está conformado para el manejo del español. De hecho, ni el ex campeón Jorge Lorenzo puede siquiera acercarse a un rendimiento similar. Todo lo contrario.
Márquez no sólo logra una puesta a punto precisa con la Honda RC 213 V, sino que además de ser veloz en las largas rectas, como la del trazado santiagueño (1076 metros de extensión), por ejemplo, el piloto de Cervera se destaca en las curvas. Todos admiran su condición para transitar los virajes con un grado de inclinación notable. A 210 km/h, el diminuto español logra inclinar la moto a 53 grados (tomando como eje la verticalidad original, es decir, el cuerpo se recuesta a 37° respecto del suelo.
Este número no es el más asombroso. De hecho, el Gran Premio de Argentina quizá sea uno de los triunfos más cómodos del piloto de Honda. Pero quedó en la memoria colectiva aquel incidente en Valencia 2017, o el test de Brno 2014, donde con una pirueta magistral se salvó de una fuerte caída al volcarse hasta los 68 grados (¡apenas 22 grados del asfalto!). Ante la exigencia, aparece la magia de Márquez.
Tan distinto es su estilo de manejo, y fundamentalmente su decidida inclinación en las curvas, que la empresa de neumáticos que proveía anteriormente a MotoGP cambió el diseño de las cubiertas porque “se desgastaban en lugares que nunca antes habían tocado el asfalto”, explicaban los ingenieros.
“Fue un día perfecto. Estaba muy concentrado. Aceleré durante toda la carrera. En las primeras cinco vueltas logré lo mejor y a partir de allí administré la moto y los neumáticos”, explicó Márquez, que logró el récord de vuelta en el segundo giro y fue el único (al igual que en una vuelta del penalizado Cal Crutchlow) en girar por debajo de 1m40s.
Quien celebró al igual que sus fans en el colmado autódromo de Termas de Río Hondo fue el propio Valentino. Se bajó de la Yamaha frente a la tribuna que lleva su nombre y festejó el segundo puesto con euforia: “Estoy muy feliz. Hacía mucho tiempo que no estaba en el podio (Alemania 2018). Desde el viernes tuve una gran actuación. Si bien la carrera fue muy dura, pude pelear con Dovizioso y superarlo”, comentó el italiano.
La competencia no se caracterizó por los accidentes. De hecho se produjeron cuatro caídas (Carel Abraham, Tito Rabat y el toque de Morbidelli a Viñales). Más allá de la acción en pista, Termas de Río Hondo se afianza con una fecha en el Mundial que, lejos de perder vigencia, se potencia año a año, con un incremento del 35% de público respecto de aquella primera visita al predio santiagueño, en 2014.
Marc Márquez trepa a la punta del campeonato, tras el segundo puesto en Qatar y el triunfo en la Argentina, con 45 puntos, seguido por Dovizioso (41), y tercero ahora Rossi, con 31. El maravilloso circo de las dos ruedas toma rumbo norte, ya que la 3ª fecha será en Austin, Estados Unidos, el 14 de abril. A partir de allí, demostrará el quíntuple campeón si lo mostrado en Termas de Río Hondo, con sus inclinaciones asombrosas, es apenas la tendencia de la temporada…
Especial para Clarín
MFV