Y, un día, Lionel Messi se reencontró con el gol. Las lesiones que sufrió desde que se reincorporó al plantel luego de la Copa América (dos, musculares ambas, en el sóleo derecho y el aductor izquierdo) apenas le permitieron jugar en cinco encuentros en el inicio de la temporada. En la victoria del Barcelona 4-0 ante Sevilla recién fue el segundo en el que completó los 90 minutos. Sin embargo, volvió a llenarse la boca de gol, en otra señal positiva en busca de su mejor forma. Y lo hizo con una de sus especialidades: un formidable tiro libre que superó la resistencia de la “triple barrera” propuesta por el adversario.
Corrían 77 minutos de juego, el Barça ya ganaba 3-0. El capitán, de 32 años, se dispuso a ejecutar un tiro libre a unos dos metros del área, ideal para su perfil zurdo. Sevilla había logrado impedir la conquista de la Pulga en dos oportunidades en la primera parte, con la “triple barrera”, es decir: el entrenador Julen Lopetegui colocó cuatro hombres en el cerco, más uno que se derrumbó a sus espaldas para contener un hipotético disparo rasante; más un tercero junto el palo izquierdo, para asistir al arquero Tomas Vaclik. En ambas oportunidades, el balón se marchó alto; tal vez ante la intención del astro rosarino de darle la suficiente altura para terminar con tantos obstáculos.
Pero sus ganas de gritar y su talento pudieron más. A 13 minutos del epílogo, sacó un zurdazo perfecto por potencia y dirección. Pasó por encima de la barrera, del defensor que retrocedió hasta el palo y del mismísimo Vaclik, que sólo alcanzó a rozar la ejecución, pero sólo para que hiciera una breve escala antes de tocar la red. Fue el primer gol de Messi en la temporada 2019/2020, el primero luego de 109 días de sequía: su última anotación había sido con la casaca argentina, en el 1-1 contra Paraguay durante la fase de grupos de la Copa América.
El golazo de Messi visto desde la tribuna es lo mejor que verás hoy ?? pic.twitter.com/WvD01dFIFl
— SoyReferee (@SoyReferee) October 6, 2019