Los negocios millonarios que unieron al último Diego Maradona con la Venezuela de Nicolás Maduro

El patrimonio que dejó Diego Maradona tras su repentina muerte el 25 de noviembre de 2020 aún tiene muchas lagunas.

El periodista venezolano Roberto Deniz destapó en los últimos meses una olla de los negocios que mantuvo el astro argentino con los jerarcas chavistas del gobierno de Nicolás Maduro para hacerle propaganda y que le habría significado ganancias que oscilan entre los 4 y los 20 millones de dólares.

Su investigación documentada con pruebas de los millones que sacó Maradona del país caribeño fue publicada por el portal digital Armando Info, que ha sido censurado por el régimen chavista. En su entrevista con Clarín el investigador Deniz habla sobre el entramado de corrupción multinacional con lujo de detalles que involucra al ex futbolista argentino, cuya fortuna actualmente en disputa por sus herederos fue alimentada en los últimos por sus negocios en el país caribeño mientras se agudizaba el hambre que padecen los venezolanos en la peor crisis humanitaria de su historia.

-¿Cuándo comenzó Maradona a coquetear con los chavistas para hacer negocios?

-Su relación con el chavismo comenzó con la revolución castrista y se remonta a su amistad con Fidel Castro cuando vivía en Cuba, específicamente en la clínica cubana (Las Praderas) de rehabilitación por su adicción a las drogas. Fidel pone en contacto a Maradona con Chávez.

-¿Sus negocios comenzaron con Hugo Chávez y continuaron con Nicolás Maduro?

-No he documentado si hizo negocios con Chávez pero sí está claro que se inicia en el 2013 justo cuando Maduro toma posesión como presidente en abril de ese año y un mes más tarde, en mayo, la empresa italiana Casillo Commodities ficha a Maradona como comisionista para vender alimentos a Venezuela.

-¿En qué términos se estableció el fichaje con la empresa italiana?

-La empresa Casillo le ofreció a Maradona una comisión de 1,8 dólar por cada tonelada métrica de materia prima de alimentos y de hasta 3 dólares por la tonelada de productos terminados sí conseguía que el régimen le concediera licencia de importación y Maduro fue la llave perfecta para abrir los negocios.

-¿Cuántos contratos obtuvo?

-A Maradona le llovían los contratos por sus conexiones con los “revolucionarios” cubanos y venezolanos, a los que sacó provecho. En total fueron 23 contratos “secretos” por una suma de 1.500 millones de dólares que firmó Casillo sin licitación internacional con la Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex) entre 2015 y 2018 para el suministro de maíz blanco, trigo, arroz, frijoles, azúcar y soja entre otras materias primas.

-¿Cuánto ganó en comisiones entonces?

-Nuestros cálculos oscilan entre 4 millones y 20 millones de dólares. Es difícil hacer un estimado global porque no tengo toda la información. Sólo pude documentar dos años entre 2017 y 2019 por el envío de 2.5 millones de toneladas de alimentos.

-¿De dónde venían esos alimentos?

-De México. Es curioso que el maíz blanco para las arepas venezolanas viniera del puerto mexicano de Sinaloa donde Maradona entrenaba al equipo Los Dorados de Sinaloa 2017 y 2018, demasiada coincidencia en las líneas de conexión entre el comercio de alimentos y la zona del narcotráfico.

-¿Cómo entra en Venezuela la empresa italiana Casillo?

-Entra de la mano de Maradona a partir de 2013 con el gobierno de Maduro. Antes no tenía presencia en Venezuela y después de obtener los contratos de alimentos tampoco tiene domicilio fiscal. Funcionaba como una empresa de maletín. Estaba representada por su amigo personal Valerio Antonini. En noviembre de 2018 la italiana Casillo obtuvo otro millonario contrato con bolipuertos (la bolivariana de puertos) para manejar los silos en Venezuela.

-¿Y qué podía saber un futbolista del negocio de cereales y silos?

-Muy poco. Maradona era solo un comisionista. Era un invitado asiduo y permanente de Maduro. Cada vez que venía a Caracas y se mostraba en público firmaba un contrato. Así lo hemos visto apoyando las diversas campañas electorales de los chavistas, elogiando a Maduro en los actos políticos con la gorra tricolor y ondeando la bandera venezolana. En su cuenta de Instagram Maradona también enviaba mensajes elogiosos a las autoridades financieras venezolanas como el ex ministro de Finanzas Simón Serpa y al ex edecán de Chávez, Juan Escalona.

-¿A qué deudas se refería Maduro a raíz de la muerte de Maradona, a quien recordaba como uno de los que ayudó a conseguir alimentos de forma secreta?

-En 2019 era tal la cantidad de deuda que había acumulado Venezuela con la empresa casilla que Maduro tuvo que pagar enviando una tonelada de oro en barco a Italia. Eso es mucho dinero, lo que indica la magnitud del negocio de alimentos en el que estaba involucrado el futbolista argentino.

-Maduro prefiere pagar con oro la deuda de Maradona y no la de OPS para traer las vacunas anti covid-19 ¿Qué otra deuda hay?

-La de haber sido comentarista del Mundial de futbol en Rusia en el 2018 con Telesur por 4 millones de dólares, según dijo su abogado Matías Morla.

-¿Con eso cierra el capítulo de los millones que se llevó de Venezuela?

-Esto es solo una parte de la fortuna que acumuló. No tenemos el paisaje completo, mientras más escarbamos más cosas irregulares conseguimos. No hemos concluido todavía toda la investigación. Sorprende ver como el entorno de Maradona asume con desfachatez que la cercanía de Maradona con Venezuela era solo un negocio.

-¿Y su opinión a modo de conclusión?

-Es inmoral y antiético hacer negocios y lucrarse a costa del hambre del venezolano con un régimen corrupto y criminal como el de Maduro que está sancionado, catalogado como narcoestado y violador de los derechos humanos, que ha arruinado a Venezuela llevándola a tener los mayores índices de hambruna y corrupción del mundo.

El joven exiliado Roberto Deniz termina de tomar café en una panadería céntrica de Bogotá donde constata que la solidaridad revolucionaria que Maradona brindó a los jerarcas chavistas nunca fue de gratis y si no que lo desmientan los millonarios contratos que firmó con Maduro.

Caracas, Venezuela. Especial para Clarín.