El Liverpool fue protagonista de una hazaña este martes en Anfield en donde humilló 4-0 al Barcelona, tras haber caído en la semifinal de ida por 3-0 en el Camp Nou, y dejó en claro por qué es candidato a ganar la UEFA Champions League.
Los dirigidos por Jürgen Klopp, quien había anticipado que esto podía suceder, no contaron con dos de sus principales figuras, Mohamed Salah y Roberto Firmino, ausentes por lesión, pero sin embargo pudieron ante uno de los mejores equipos del planeta.
El partido arrancó de la mejor manera para el local que en la primera acción de peligro se encontró con el gol. A los seis minutos Henderson quedó mano a mano con Ter Stegen tras una arremetida de Sané por el sector derecho, pero el arquero del cuadro español le tapó el remate. El rebote cayó en los pies de Origi, quien definió con el arco libre y estampó el 1-0.
El conjunto de Ernesto Valverde reaccionó rápidamente y en los 10 minutos siguientes tuvo dos situaciones claras de gol, ambas de Lionel Messi. Una de ellas con un remate de media distancia desde el sector izquierdo del ataque que tapó Alisson Becker y el otro, un tiro cruzado desde la zona derecha que se fue desviado.
Pero con el correr de los minutos el ritmo del duelo fue mermando y más allá de algunas aproximaciones del cuadro inglés, no hubo demasiada acción en las áreas y el primer tiempo culminó con el 1-0 en el marcador.
Lo que parecía una epopeya antes de partido, se transformó en una realidad en apenas 10 minutos. Sin Salah y sin Firmino, el héroe que necesitó Jürgen Klopp fue Georginio Wijnaldum , que ingresó en el entretiempo en lugar de Andrew Robertson. El holandés metió el 2-0 a los ocho minutos, con un remate potente al medio que se le escapó a Ter Stegen y dos minutos más tarde conectó de cabeza un centro al área, ante la mirada de los centrales del Barcelona, y gritó el 3-0.
Los dos tantos fueron un golpe al corazón del Barcelona que se cayó a pedazos, perdió el control y se vio completamente desbordado por al situación, a pesar de quedar a un gol de la clasificación. Así fue el Liverpool llegó al cuarto. Fue una picardía en un tiro de esquina de Alexander Arnold, que encontró dormida a toda la defensa del Barcelona y a Origi sólo en el área chica para definir el 4-0.
Así, el conjunto inglés hizo correr el reloj y circular el balón y prácticamente no recibió embestidas del Barcelona, que quedó atónito sobre el campo de juego ante semejante remontada del equipo local.
De esta manera, el Liverpool alcanzó la semifinal de la Champions League por segundo año consecutivo y aguarda a su rival, que saldrá del cruce entre el Ajax y el Tottenham de este miércoles que tiene a los holandeses arriba en la serie por 1 a 0. La gran final se disputará el 1 de junio en el Wanda Metropolitana de Madrid.