La nueva vida de Colapinto: cuatro días de simulador, una mudanza en camino y el aterrizaje seductor en Bakú

El argentino transita un cambio brusco en su rutina, luego de haber debutado en la Fórmula 1 con el equipo Williams; este jueves se mostró ante la prensa en el circuito callejero que recorrerá por primera en su vida en la carrera de Azerbaiyán
Franco Colapinto
Franco Colapinto recorrió el circuito de Bakú junto con personal de la escudería Williams@X Williams

BAKÚ (Azerbaiyán).- Franco Colapinto entró a su habitación en la casa mallorquina de María y suspiro aliviado. De repente todo el huracán de emociones, la tensión de un soñado debut en la Fórmula 1, 48 horas antes en Monza, aflojaba definitivamente. Tenía que reconocerlo, estaba totalmente agotado. Decimosegundo en Italia, tiempos iguales e inclusive mejores que los del experimentado Albon -su compañero de equipo en Williams- en carrera. Y lo más importante, las palabras de su jefe de equipo, James Wolves: “Este es el comienzo, juntos podemos construir buenas cosas”.

La luz brillante del sol veraniego del Mar Mediterráneo tenía el mismo color amarillento claro pero intenso que le había envuelto tantas veces en mañanas y tardes de preparación y ensoñación. Por la ventana abierta se colaba la misma brisa con aroma de pinos. Todo estaba igual pero era en su interior, algo había cambiado. Su bici de montaña, sudada todas las mañanas que le dejaban la Fórmula 3 y la Fórmula 2 en el pasado lejano, estaba en su sitio. Apoyada en la pared, la rueda delantera inclinada, como celosa porque se siente abandonada. Compañera en no menos de tres caídas con protestas de la nariz, un hombro y un brazo.

María Catarineu, que le ha brindado su casa y su familia con tres hijos de la edad de Franco, es su manager junto a Jamie Campbell Walter, el ex piloto ganador en Le Mans. Ella insistía este jueves en Bakú, en los aprontes de lo que será la segunda experiencia del piloto argentino en una carrera de Fórmula 1: “Yo lo veo igual. Él es así, espontáneo y al mismo tiempo muy profesional”.

Once días separaron la carrera de Monza hasta que Franco compareció ante la prensa este jueves en la capital de Azerbaiyán. Semana y media en la que recargó las pilas a medias en Mallorca y de allí otra vez a Grove, Inglaterra. Mucho trabajo allí, a pocos kilómetros de Didcot, sede la primera sede del antes exitosos equipo Williams, ganador en el pasado de 114 carreras, 9 títulos de constructores y 7 de pilotos..

Toda esa tradición tiene por detrás instalaciones entre las que destaca el simulador con seis modos de movimiento, con seis patas de araña hidráulicas que al final el piloto debe domar a través del volante, los pedales y todos los controles. Como el simulador de un Boeing 747, solo que todo pasa aún más rápido. “Trabajé cuatro mediodías preparando Bakú y Singapur. Y otro día vi contenido técnico general, modos de operación y entrenamiento intenso en los controles de todo los disponible en el volante. Así estuve hasta el sábado pasado. Ese día tenía que regresar a Mallorca pero no pude, tuve un compromiso comercial con Williams.” Ante la nueva situación, durante la semana antes de viajar a Azerbaiyán, Franco tomo una decisión: “Dejaré Mallorca y me trasladaré a Madrid. Ya hemos elegido departamento. Mi verdadera casa está en Argentina, pero en Madrid me siento muy cómodo”. De hecho, será vecino de la otra casa de María y Jamie.

El martes, Franco viajó hacia Bakú junto con su madre, Andrea, y Catarineu. Franco llegó muy temprano al circuito. Relajado, portando termo y mate, bromeó con algunos integrantes del equipo. “Esto es el verdadero mate argentino, algunos lo toman con azúcar, pero acá el azúcar no está permitido. Es un mate profesional: sin azúcar”, bromeó Colapinto, con su habitual desparpajo. Luego, recorrió a pie el trazado en compañía de Gaetan Jego, el ingeniero encargado de guiar sus pasos iniciales en la Fórmula 1. Al tiempo que analizaron detalles, grabaron un video para las redes de Williams. “Bueno, aquí estamos, es mi primera vez en Bakú y estamos muy entusiasmados. Es un trazado asombroso. El primer circuito callejero en el que voy a correr con un auto de Fórmula 1 y con algunos más por venir. Son días muy felices. La caminata por el circuito está buenísima y estoy muy entusiasmado por mi segunda carrera en Fórmula 1. Todo se ve de manera positiva, así que vamos a ver cómo va”, introduce el argentino.

A continuación, llegó el momento del contacto con la prensa: toda la mañana del jueves la tuvo ocupada con entrevistas para diversas cadenas de TV. Entre ellas. una que el mundillo habitual de la Fórmula 1 interpreta con cierta picaresca: la muy extensa que le concedió a Christine Giampaoli Zonca, de DAZN España. Fue una conversación cordial, con un juego de adivinanzas informales y muchos chistes. Franco sonriendo y haciendo ese gesto tan italiano -quizás él no lo sepa-, el de juntar los cuatro dedos de la mano derecha sobre el pulgar y sacudir el puño, como quien dice “¿Y a mí que me decís?”, un giro muy a lo Vittorio De Sica, aquel célebre actor nacido en Sora, al este de Roma. Y en tren de interpretación, por supuesto indiscreta, un lenguaje corporal de seductor porteño inclinado hacia adelante y escuchando concentrado a su interlocutora.

Preguntas obligadas ya sobre la carrera: “¿Cómo ves a Oliver Bearman?”. El británico era su rival en la F2 este año y es un “rookie” que debutó en la carrera de Arabia Saudita con un Ferrari, sustituyendo a Carlos Sainz, que sufrió apendicitis. Y en Azerbaiyán sustituirá a Kevin Magnussen, suspendido por una fecha por reiteradas malas conductas en pista. Bearman tiene asegurado contrato con Haas para 2025. Además de Alex Albon, compañero de Colapinto, será Oliver otra vara de medir.

Franco jamás corrió en Baku. Tras su paso en el simulador, contó su plan durante la conferencia de prensa de pilotos que se celebra los días jueves: “Construir de poco, de manera similar a Monza. Allí no conocía el auto, aquí no conozco el circuito. Tampoco los otros siete que restan. Tenemos un buen auto y creo que podríamos cosechar puntos”, comentó. Paso a paso, sesión por sesión”. Como dice Diego Simeone, técnico del Atlético de Madrid: “Partido a partido”

El movimiento que comienza con las dos prácticas libres del viernes demostrará cuál es el verdadero nivel de los Williams La zona de la ciudad nueva del circuito de seis kilómetros tiene no menos de 8 curvas a 90 grados de muy baja velocidad. Impera la tracción mecánica, no tanto la adherencia aerodinámica y afecta mucho a los neumáticos traseros. La zona de la ciudad vieja medieval es muy rápida, estrecha y peligrosa. No admite errores, los muros quieren abrazar a los autos. Y en la recta más larga de 2,2 kilómetros, los Fórmula 1 alcanzan la mayor velocidad máxima de todos los trazados del calendario, alrededor de 349-352 km/h.

O sea que Franco volará bajo mas rápido que en Monza. Que sea para bien.

Orlando Ríos

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