Récord personal en puntos. También en rebotes. Alta cifra en asistencias. El par de robos habitual. Para Facundo Campazzo fue una estupenda noche la del miércoles, acaso la mejor.
El equipo dirigido por Mike Malone superó a New Orleans Pelicans por 114 a 112 y consiguió su tercer triunfo sucesivo y el 15º en los últimos 18 partidos, que lo hace uno de los más calientes del momento en la NBA. Por todo eso, fue entrevistado como una de las figuras después del partido y por primera vez recibió una ovación de parte de los poco más de 4000 espectadores permitidos en el Ball Arena.
El base argentino fue titular por décima vez en los 56 encuentros que protagonizó en la liga. Y como cada vez que actúa desde el inicio, tuvo una buena actuación. Muy buena, en este caso: 19 tantos (3 de 3 en dobles, 3 de 6 en triples), 10 pases-gol, 6 rebotes y 2 robos, aunque 4 pérdidas, en 36 minutos.
Como se ve, en casi todos los rubros fue abundante la producción de Campazzo, que logró su récord personal de puntos. Los 19 que hizo superaron por 3 la marca de 16 que había establecido el 21 de febrero en una derrota a manos de Atlanta Hawks. Las 10 asistencias igualan su segundo registro en el rubro (13 es su máximo), y los 6 recobres dejaron atrás la marca de 5 alcanzada un par de veces.
Como si fuera poco, gran parte de esos aciertos fue conseguida por Campazzo en los últimos minutos, cuando New Orleans achicó la desventaja y amenazó con birlarle la victoria a Denver. Fue en el desenlace cuando brilló el argentino, con la pelota más tiempo en sus manos. Cuanta más tensión tuvo el cotejo, más se encendió el número 7, que brilló anotando en el último cuarto 15 de sus 19 tantos.
En este tramo del campeonato, en medio de las bajas de perimetrales y entre los debutantes en Denver, Malone confía en Campazzo no sólo para asignarle la conducción del equipo desde el principio, sino también en el final de los partidos cuando el ganador no está determinado. Y además le otorga abundante tiempo sobre el parquet. Un panorama muy diferente al de aquellas primeras funciones del cordobés, cuando actuaba poco, era suplente y tiraba más que lo que manejaba. Queda por ver cuál será su papel cuando aparezcan los playoffs y cuando vayan volviendo compañeros que pueden desempeñar esa función.
Por lo pronto, a Nuggets le quedan 10 partidos de la etapa regular del certamen y no parece que Jamal Murray, una de sus dos estrellas y oficialmente base –no lo es típicamente–, vaya a volver al conjunto en breve: tuvo una intervención en un ligamento cruzado de la rodilla izquierda y la franquicia no informó un plazo de recuperación ni una fecha de reaparición del canadiense.
Tras el encuentro, Campazzo fue entrevistado por la televisión. “¿Cuán bien la pasaste?”, consultó el periodista. “Fue muy divertido”, respondió con una sonrisa que casi fue risa, mientras sonaba una aclamación. “¿Esto sale en todo el estadio?”, preguntó sobre sus declaraciones. Ante el sí como respuesta, agregó: “¡Perdón por mi inglés!”, exclamó, y aumentó la ovación de los que quedaban de los 4000 espectadores que habían acudido al Ball Arena. El cordobés los aplaudió.
Y se dio este diálogo:
–Cuando estabas en España y dijiste “voy a jugar en la NBA”, ¿era esto lo que soñabas?
–Vivo en un sueño todos los días. Jugando con estos compañeros; jugando en este estadio con ustedes, los hinchas… Los hinchas nos apoyan al 100% y nos dan energía extra.
–Diecinueve puntos, récord de tu carrera. Diez asistencias, y por ende tu primer doble-doble en la NBA. Felicitaciones… Sé cuán duro trabajaste en tu tiro de tres puntos. Ya no tenés temor de tirar.
–¡No soy un tirador, seguro! Si me permiten lanzar, trataré de embocar. Y trataré de tomar la decisión correcta para ganar. Y trabajo duramente para eso. Las estadísticas son tema de ustedes, muchachos. Yo solamente trato de conseguir victorias y ayudar a mi equipo.
Triplazo y festejo con los compañeros
–¿Cómo explicás que desde que se lesionó Jamal [Murray] el equipo esté 7-1? Fortaleza mental, perseverancia… ¿Cómo lo hacen?
–Creo que jugamos también por él, cada partido. Eso nos da energía extra. Y tratamos de jugar con energía, por él.
El presentador lo despidió con la frase habitual del relator televisivo (Chris Harlowe) tras cada vez que anota un triple: “¡Uno, dos, tres… Facu!”. Dicha en español, en homenaje al argentino.
LA NACION