El equipo que forjó Lionel Scaloni en el desierto qatarí, que ya había sido premoldeado durante la Copa América post pandemia en Brasil, está seteado con una idea fija. El ADN de esta selección es el de la competencia constante con el objetivo de ganar todo lo que tenga enfrente. Aún después de haber tocado la gloria máxima en el Mundial.
Desde que llegó el sábado a esta ciudad, el grupo conformado por 26 jugadores, cuerpo técnico, auxiliares y dirigentes está mentalizado en repetir el título continental y validar credenciales como campeón del mundo.
Aquella escala previa en Emiratos Árabes antes del Mundial 2022, en la que Scaloni decidió desafectar a Nicolás González (hoy uno de los convocados) y a Joaquín Correa, por no estar al cien por ciento desde lo físico, demostró el carácter del DT. Pero la dura y sorpresiva caída ante Arabia Saudita en el partido inaugural de la Copa del Mundo cimentó el carácter de esta selección.
Scaloni sabe que las expectativas son altas y sabe, también, que una derrota puede llegar en cualquier momento. ¿Cómo respondería el grupo? Hay un antecedente que lo tranquiliza: tras la caída con Uruguay, el año pasado en la Bombonera, el juego siguiente fue el Maracanazo, con gol de Otamendi, que le arrebató un invicto histórico a Brasil. Por eso el técnico también busca trabajar desde lo anímico en ese escenario. Un líder que no quiere dejar nada fuera de control.
Mientras delinea el once inicial para el debut copero frente a Canadá, este jueves a la noche en el Mercedes Benz Stadium, la selección sigue una rutina diferente a su última gran concentración, en Doha, donde los jugadores estuvieron más de 45 días recluidos. Esa vez, el predio de la Universidad de Qatar era una fortaleza que había sido acondicionado especialmente, con parrillas para grandes asados, zonas de ocio para recibir visitas, habitaciones ploteadas y las canchas de entrenamiento a un paso. Pese a la distancia y la extensa concentración, en ese momento el plantel recibió con frecuencia la visita de sus familiares, que pasaron junto a ellos más de un mes en el desierto.
En Brasil, durante la Copa América sin público por la pandemia, fueron eternos 45 días sin contacto con sus afectos.
En los amistosos previos a esta Copa, con Ecuador en Chicago y con Guatemala en Washington, el plantel gozó de ciertas flexibilidades. En Miami, primer lugar de reunión aquí en Estados Unidos, los jugadores podían salir y volver a participar de los entrenamientos.
Para la Copa América, y por disposición de la Conmebol, las selecciones se mueven los días previos a cada partido y se hospedan en hoteles. Por eso, esta vez la Scaloneta se aloja en el Westin Peachtree del centro de la ciudad. Los deportistas no pueden salir a caminar cómodamente ni tienen un espacio de esparcimiento para recibir a sus familias.
Cómo se acomodan
Desde que el Kun Agüero dejó la selección en 2021, Messi no tiene compañero de cuarto en las concentraciones. El capitán es el único de los integrantes del plantel que no comparte habitación.
El lugar donde descansa Messi y el resto de la delegación es una de las torres más reconocibles de la ciudad. Con sus 72 pisos y más de mil habitaciones, el Westin Peachtree está ubicado cerca del Parque Olímpico donde se celebraron los Juegos de 1996 y del World of Coca Cola. La selección ocupa tres pisos a partir del 40. Además de todas las comodidades de un cinco estrellas, el lugar cuenta con un restaurant giratorio en lo más alto, lo que permite unas vistas panorámicas impresionantes de Atlanta y sus alrededores.
Este martes, la Scaloneta cumplió su tercera jornada de entrenamiento antes del choque del jueves ante Canadá. Este miércoles será el último ensayo previo al debut, abierto a los medios. Antes, habrá una conferencia de prensa del DT junto a una de las figuras del equipo.
Lo que se pudo observar en el entrenamiento del lunes, y según pudo recoger LA NACION de parte de la delegación, el ánimo del plantel es óptimo. Messi está al frente de su grupo más afín, que conforman los otros dos rosarinos, Ángel Di María (en su último torneo con la celeste y blanca) y Giovani Lo Celso (quien busca su revancha tras perderse el Mundial por lesión). La guardia del capitán la completan Rodrigo de Paul, Leandro Paredes y Nicolás Otamendi. Por caso, entraron juntos a la práctica el primer día de la semana, y compartieron juegos con pelota y complicidades.
Por las noches, se quedan hasta tarde jugando al truco. El capitán juega con De Paul y Paredes. El otro trío lo conforman Di María, Otamendi y Lo Celso. A ellos se les suma el de Cuti Romero, Lisandro Martínez y Molina.
La rutina del plantel se repitió en estos tres primeros días en Atlanta. Se levantan cerca de las 10 de la mañana, desayunan liviano y almuerzan después de la una de la tarde. Tras la cena y el entrenamiento, llega el momento de las cartas.
Después de la obligada siesta, el lobby y las afueras del hotel se transforman en un incesante ir y venir de colaboradores para preparar el entrenamiento vespertino, programado a partir de las 17.30 en el predio de la Universidad de Kennesaw, ubicado a unos 40 minutos del Downtown.
El lugar de esparcimiento común está ubicado en el piso seis de esta imponente torre. Hacia el frente de la calle Peachtree, los jugadores tienen su zona exclusiva para comer, jugar y mirar fútbol.
La buena sintonía entre todos quedó demostrada durante la sesión de fotos oficial de la Conmebol, que se realizó en el hotel. Uno de los momentos más destacados del backstage tuvo a De Paul como protagonista estelar. Al tiempo que Messi y Di María se tomaban su última fotografía oficial juntos con la camiseta de la albiceleste, el mediocampista del Atlético de Madrid hacía acotaciones. “La última”, exclamó primero el delantero del Inter Miami durante la secuencia. “Vamos, disparen porque no hay más. En la Copa América, la próxima, no están. Dale que es la última, va, va, va”, dijo De Paul al oído del camarógrafo.
Familias y parejas
Desde la semana pasada, la gran mayoría de los jugadores no volvió a tener contacto con sus familiares más allá del teléfono. Hasta el debut, el cuerpo técnico no dispuso ningún encuentro para que se distiendan. Incluso, el domingo los integrantes del plantel pasaron el día del padre recluidos en el hotel. El viernes, después del partido contra Canadá, está previsto el viaje hacia Nueva Jersey, donde el martes la selección enfrentará a Chile en el estadio MetLife. Antes de embarcarse hacia el norte, tal vez tengan tiempo de reencontrarse con sus afectos.
La mayoría de las parejas de los jugadores eligieron esta vez llegar el mismo día de los partidos. Muchas de ellas, por ejemplo, hicieron base en Miami. Es el caso de la “primera dama”, Antonela Roccuzzo, que prefirió quedarse en su casa junto a sus hijos. Se espera que el jueves viaje hasta Georgia con parte de la familia Messi, una cábala que se repite en cada presentación del capitán.
Carolina Calvagni, pareja de Nicolás Tagliafico, primero irá a la Argentina y estará presente desde el tercer partido de la primera fase, el próximo 29 de junio frente a Perú en Miami. “Ahora voy a la Argentina, estoy unos días ahí y me voy con mi familia directamente para Miami. Voy a hacer base ahí y viajo puntualmente a los partidos. Voy un día antes al destino, veo el partido y al día siguiente quizás me quedo para estar con Nico”, contó a LA NACION
Calvagni, quien reveló que en el entorno del lateral están “ilusionados y felices” por lo que puede pasar en esta Copa América. Además, anticipó que las parejas de los jugadores ya piensan en juntarse en Estados Unidos, tal como hicieron en Qatar, pese a que cada una va a estar con sus allegados.
“A Nico no lo veo desde el 2 de junio y lo quiero ver sí o sí, así que seguramente ni bien llegue voy a ir a visitarlo, a verlo, a darle un beso. Y, dependiendo de cómo se manejen ellos, todas las veces que pueda ir a verlo, lo voy a hacer”, sostuvo la influencer, que suele compartir sus rutinas de entrenamiento en su Instagram y que admite ser cabulera. “Respeto las cábalas de lo que sale bien a partir del primer partido. Hasta el final”, indicó a este medio.
Por su lado, Camila Galante, pareja de Leandro Paredes, también está en la ciudad del estado de Florida, mientras Valentina Cervantes, esposa de Enzo Fernández, visitó en familia los parques de Disney en Orlando. Quien ya se encuentra en Atlanta es Agustina Gandolfo, la esposa de Lautaro Martínez, quien podría arrancar de titular en el torneo continental.
Jorgelina Cardozo, pareja de Ángel di María, está llegando a los Estados Unidos en las próximas horas para participar de la última aventura de Fideo con la selección argentina.
Federico Águila
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