Una foto que habla. Que dice mucho más que cualquier declaración. Un grupo de dirigentes de peso en el fútbol argentino reunidos con el presidente de la AFA, Claudio Tapia, como gran anfitrión. El comienzo de algo nuevo. Distinto. ¿El fin de la Superliga y el nacimiento de una nueva Liga con la AFA como cabeza de la organización?
Marcelo Tinelli (San Lorenzo), Hugo Moyano (Independiente), Nicolás Russo (Lanús), Gabriel Pellegrino (Gimnasia de La Plata), Lucía Barbuto (Banfield), Pascual Caiella (Estudiantes de La Plata) y Marcelo Achille (Defensores de Belgrano), por un lado de la mesa. Jorge Amor Ameal (Boca), Víctor Blanco (Racing), Ricardo Carloni (Rosario Central), Eduardo Spinosa (Banfield), Christian D’Amico (Newell’s), Sergio Rapisarda (Vélez) y Adrián Pérez (Argentinos Juniors), por el otro.
“Clubes de Primera División en una reunión trascendental, discutiendo el futuro del Fútbol Argentino”, fue el texto que acompañó la publicación de la imagen en redes que realizó Pablo Toviggino, uno de los hombres fuertes de la casa madre del fútbol argentino.
El cónclave, que tuvo la ausencia destacada del presidente de River Rodolfo D’Onofrio, tuvo como eje central de debate el rol de la Superliga en el fútbol argentino y la posibilidad de encontrar un nuevo rumbo para el torneo de la máxima categoría. Hace exactamente tres años, los directivos del fútbol argentino aprobaban en una Asamblea de la AFA la creación de la Superliga. Épocas pasadas en las que la Casa de Viamonte estaba bajo la intervención de Armando Pérez y Claudio Tapia asomaba recién como un dirigente con espalda en el ascenso.
La casa de Chiqui, en la zona norte del Gran Buenos Aires, fue en esta ocasión el espacio de apertura para terminar con una Superliga que parece portar el respirador artificial después de una reciente batalla con la AFA por la organización de los calendarios y la superposición con las fechas del Preolímpico que disputó la selección argentina Sub 23 con la idea de clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Al fin y al cabo, hubo dos ejes centrales en la extensa mesa dirigencial: la planificación de la reelección de Tapia –con mandato hasta marzo del 2021– y la forma de romper con la Superliga con el objetivo de darle vida a una nueva “Liga profesional” que será autónoma, con su propia mesa directiva, pero que estará regida por la AFA. Hay cierto apuro: la intención en los papeles es que ya el próximo campeonato esté bajo la esfera de la nueva liga. “Hay un consenso generalizado de, te diría más del 90% de los clubes, de terminar con la Superliga y volver a AFA”, le dijo uno de los comensales a Infobae.
Hoy en día, el Estatuto de la AFA le reconoce una serie de poderes a la Superliga: tiene “personería jurídica» propia, “goza de plena autonomía” y cuenta con “autonomía para elaborar, aprobar y modificar sus propios Estatutos y reglamentos”. El nuevo formato le daría cierta independencia a la mesa de la máxima categoría, pero en la oficina principal de Viamonte volverán a tener influencia en los pormenores del certamen.
En total, hubo 12 equipos de la máxima categoría representados sobre los 24 clubes que hay en Primera hoy en día. Todos fueron notificados del cónclave, aunque no a todos les habría llegado la invitación. Sin embargo, y después de ver los puntos de acuerdo entre los apellidos de peso de la divisional, se plantearía realizar una reunión masiva en el corto plazo para empezar a intensificar la posibilidad de agilizar estos dos tópicos.
La presencia sorpresiva fue la de Spinosa, ex pope de Banfield y sin un cargo oficial en la entidad del Sur pero con mucha injerencia en esa institución, además de contar con experiencia y ramificaciones dentro del mundo dirigencial del fútbol. La ubicación de su silla, situada a unas pocas de las de Chiqui, no fue una casualidad: asoma como una figura clave en el armado del nuevo certamen de Primera División. También estuvo Achille, actual presidente de Defensores de Belgrano y prosecretario de AFA, quien está en carrera para ocupar la silla de Vicepresidente 3° de Viamonte 1366 a partir del próximo período proyectado por Tapia. Hoy en día, ese rol clave en el ascenso es ocupado por Guillermo Raed, presidente de Mitre de Santiago del Estero.
En este primer boceto, que todavía debe ser debatido en profundidad, tomaron carrera Tinelli y Ameal para sentarse en las cercanías de Tapia en las próximas elecciones (¿vice 1° y 2°?). Este sería el resorte ideal para ponerle fin a la injerencia de Daniel Angelici en AFA (hoy es vicepresidente 1°) y permitirle a la nueva directiva de Boca tomar un sitio que exige desde el primer día que tomó el mando en el club.
Este es un primer paso para el horizonte que se asoma en el fútbol argentino, que tendrá seguramente largas semanas de debate por delante, de cortocircuitos y de nuevos acuerdos. Las principales caras estuvieron allí escuchando cuál es la idea en esta reorganización y colocando las bases del futuro.
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