El exdirector técnico de Lanús apareció como alternativa luego de la negativa de Gerardo Martino y podría debutar el miércoles por la noche ante San Lorenzo, en el Nuevo Gasómetro
Finalmente, Jorge Almirón será el nuevo entrenador de Boca. Después de dos semanas de incertidumbre, Juan Román Riquelme se decidió por su contratación y todo indica que estará presente este domingo en la Bombonera, observando el partido que el equipo (todavía dirigido de manera interina por Mariano Herrón) jugará ante Colón, por la 10° fecha de la Liga Profesional. Lo presentarían este lunes y debutaría ante San Lorenzo el miércoles, en el Nuevo Gasómetro. Eso está por definirse en las próximas horas, ya que están intercambiando papeles entre los dirigentes del club y el representante del DT.
La última experiencia de Almirón fue en Elche, de España, a fines de 2022, donde apenas pudo dirigir cinco partidos. El nombre de Almirón siempre le gustó a Riquelme, aunque ahora lo novedoso es que le llegaría la chance luego de varios traspiés deportivos.
Pese al andar tambaleante de este verano y no haber encontrado la solidez, Boca sostuvo como entrenador a Hugo Ibarra, que había reemplazado a Sebastián Battaglia y consiguió dos títulos en su ciclo de ocho meses al frente del equipo. Hasta que la derrota del 19 de marzo con Instituto, de Córdoba, en la Bombonera detonó el final de una etapa, a pesar de haber sido la primera del DT en ese estadio.
Los silbidos que despidieron aquella noche al plantel precipitaron el despido, más allá de la posterior victoria sobre Olimpo, de Bahía Blanca, por la Copa Argentina. El futuro del Negro ya estaba sentenciado y al regreso de España de Juan Román Riquelme, vicepresidente del club, se concretó la salida de Ibarra. Al exlateral multicampeón con el xeneize le comunicó el Consejo de Fútbol que ya no querían que siguiera el martes 28 y un día después estuvo en el predio de Ezeiza despidiéndose de los jugadores y a los empleados del club.
“Desde que me hice cargo sé cómo son las reglas del juego. Nunca estuve aferrado a un lugar, siempre trabajé día a día. Las decisiones que se toman hay que acatarlas por el bien del club, al que quiero mucho”, describió Ibarra, y agregó: “El balance es sumamente positivo. Hay cosas que no se pudieron lograr, pero estuve como entrenador ocho meses, incluyendo los dos meses entre vacaciones y el Mundial de Qatar. Cada tres meses salimos campeón”. El DT saliendo evitó conflictos y fue protocolar en una improvisada charla con los periodistas a la salida del lugar.
En ese mismo momento, Mariano Herrón, a cargo de la Reserva y anteriormente parte de los cuerpo técnico de Miguel Ángel Russo y Battaglia (además de acompañar a Ibarra en el debut), hizo su primer entrenamiento con el grupo, tomando de forma interina el puesto. La idea era que fuera en forma circunstancial, mientras se hablaba con Gerardo Martino, que se había desvinculado del seleccionado mexicano luego de la eliminación en la etapa de grupos de la Copa del Mundo. Sin embargo, las horas pasaron y la respuesta del Tata fue un “no”.
Gerardo Martino le dijo que no a Boca, después de escuchar la oferta.
El rechazo de Martino generó un problema ante el inminente comienzo de la Copa Libertadores y la necesidad de resolver el reemplazo de Ibarra contrarreloj. Cuando el puesto quedó vacante, Riquelme se comunicó con el rosarino y éste aceptó un contacto vía Zoom. Si Martino no tenía la voluntad de escuchar una propuesta, apenas agradecía y colgaba. Boca le movió el piso, aunque finalmente no hubo acuerdo. Y no había plan B.
Fue Herrón, entonces, quien dirigió al grupo el 1° de abril ante Barracas Central, en una goleada por 3-0 como visitante que mostró otra cara. Boca se sacudió la imagen de desgano que arrastraba, con tres partidos seguidos sin éxito en el torneo local: Defensa y Justicia (0-0), Banfield (0-1) e Instituto (2-3). El entrenador interino apostó a la base y a la experiencia. En el juego y en el resultado tuvo éxito, y eso le dio un poco de aire a la dirigencia para elegir al nuevo DT.
“¿Si voy a seguir? No me corresponde a mí tomar esas decisiones. Yo solamente trabajo en el día a día, y en esta oportunidad me toca ayudar desde este lugar. El futuro se verá. No sé si voy a dirigir yo todavía por la Libertadores…”, dijo Herrón luego de la victoria sobre el Guapo. Finalmente, sí viajó con el plantel para el debut copero del jueves contra Monagas (0-0) en Maturín, Venezuela, donde pese a dos expulsiones tuvo posibilidades de ganar el partido. Y tiene por delante el encuentro con Colón, el domingo próximo en la Bombonera. La danza de nombres para ponerse el buzo siguió con una catarata de menciones y otros que se postularon.
Se habló de la opción de Diego Martínez, actual DT de Tigre, que dijo que le “genera orgullo” que piensen en él. También de Facundo Sava, Alexander Medina, José Pekerman, Diego Alonso, Luis Zubeldía y hasta Fernando Redondo. Ya se sabía que era una decisión que el reemplazo de Ibarra fuera un entrenador que no trabaja en el club, como los últimos dos. Para colmo, Jorge Almirón llegó a la Argentina el miércoles, el mismo día que Riquelme no voló a Venezuela, como tantas veces sucedió en los partidos internacionales de visitante pero con la firme determinación de no postergar la resolución para la semana próxima. ¿Casualidad? Eso desató nuevas conjeturas. Hasta que, en medio del hermetismo, se oficializó la decisión final.