Había que volver así, Instituto. No quedaba otra. Con todo lo que se había hablado en la semana, con las dudas que generaron la lesión de su refuerzo estelar antes de debutar y la posible partida de su goleador, el Albirrojo tenía que salir a dar un mensaje. Y vaya si lo dio.
El equipo de Diego Dabove apretó los dientes para demostrar que el muy buen comienzo de campeonato no fue un “veranito”. Que aquella racha negativa eterna quedó realmente atrás. Y que puede jugar como jugó en Rosario ante Newell’s: de bien a muy bien.
La Gloria, ante un Monumental que quizá no esperaba una actuación tan sólida, se sacó de encima a un Independiente de Avellaneda que no alcanzaba a reaccionar cuando ya recibía otra cachetada.
Fue 3-1 con goles de Ignacio Russo, en dos oportunidades, y Santiago Rodríguez. Sí, el “Morta”, la figura que parecía con los dos pies afuera del club. Y se quedó para terminar festejando su tanto agarrándose el escudo.
Fue el comienzo que necesitaba tener Instituto. Ahora vendrá viajar a Tucumán el próximo jueves para visitar a Atlético. Y, luego, Talleres y Boca. Por eso vale tanto arrancar así.
Está con 13 puntos, lo mismo que los punteros del campeonato (con un partido más), por si quedaban dudas.
No le dio tiempo a nada
Pareció que Instituto salió al primer tiempo dispuesto a aclarar críticas. A demostrar que no hace falta que vengan mil refuerzos como pedían las redes sociales en los días previos a este recomienzo de campeonato.
Es que el equipo de Dabove salió dispuesto a comerse crudo a un Independiente que está comenzando un nuevo ciclo, como Julio Vaccari como DT.
Y realmente en esos primeros 10 minutos iniciales parecieron equipos de categorías diferentes. Con un local metido, enchufado y dominante.
Para completar, el delantero “Nacho” Russo tuvo su noche soñada, con dos pelotas que le quedaron en el área y demostró su hambre de goleador. Tras dos córners, a los 3 y a los 10 minutos, la Gloria estaba 2-0 con dos goles suyo bien de “pescador”.
El visitante sintió el golpe y, gracias al talento del pibe cordobés “Santi” López, empezó a reaccionar. El extremo de Nono, jugador de selección, se llevaba puesto a toda la defensa de Instituto y armó varias jugadas de peligro.
Una de ellas, a los 15, terminó en el descuento de Alex Luna que puso algo de suspenso.
Pero, siete minutos después, el muchacho de la semana demostró que tenía la cabeza “acá”, que estaba enfocado y metido más allá de lo que digan los rumores del mercado de pases.
Y el oriundo de Arizona hizo un golazo que desató la locura del Monumental, a los 22. La clavó contra un palo, de zurda, haciendo ese movimiento tan suyo de la derecha hacia el centro.
El Rojo tuvo un momento de dudas y, luego, volvió a intentar meterse en partido. Sería ahora Roffo quien taparía una bola muy complicada sobre la línea.
Así, Instituto pudo irse al descanso con una ventaja que era importante. Pero el encuentro no estaba cerrado ni mucho menos. Iba a tener que trabajar más aún para quedarse con los tres puntos.
El complemento fue manejado muy bien por el local, que aguantó y esperó definir todo con alguna contra. Vaccari metió tres cambios de una, pero nada funcionó.
Hernán Laurino
