Emmanuel Macron estrechó manos y también “nuevos lazos” con el presidente argentino Javier Milei, a quien tiene ideológicamente en las antípodas. Este viernes mantuvieron una reunión bilateral en el Palacio del Elíseo, donde se habló de defensa, ciencia, transición energética y cultura. El mismo presidente francés que un día antes, en una cena para jefes de Estado en el Museo del Louvre, había prometido “una de las más increíbles ceremonias de apertura de los Juegos Olímpicos”.
Se trata de una enorme apuesta para inaugurar París 2024, que en realidad ya arrancó hace dos días, principalmente con el fútbol y el rugby seven, dos deportes que trajeron malas noticias para Argentina. La celebración, a partir de las 14.30 de nuestro país, se desarrollará en el emblemático río Sena, que se convertirá en una pasarela por donde desfilarán en barcos las delegaciones de miles de atletas. Pero no todo resultó un camino de rosas para llegar a esta idea tan innovadora como riesgosa: en mayo de 2020, el prefecto de policía de París Didier Lallement casi le dio un golpe letal al original plan, al explicar que no quería esta apertura en el Sena porque “en términos de seguridad no era posible”. Una alternativa era un desfile a lo largo de Champs Elysees, aunque fue rápidamente subestimada por tildársela de “previsible y aburrida”.
Pero es cierto que en un contexto terrorista, la posibilidad de utilizar al Sena como tránsito triunfal provocaba un sudor frío entre las autoridades. Cuando Francia fue candidata para los Juegos de 2012, finalmente asignados a Londres, el presidente de entonces, Jacques Chirac, también había imaginado una ceremonia fuera del estadio. Quizás haya sido un impulso lo que sucedió una noche de octubre de 2016, durante la denominada “Noche Blanca parisina”, la fiesta cultural nocturna organizada todos los años en la capital. Aquel día, la alcaldesa Anne Hidalgo y el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, observaron los barcos con los colores olímpicos navegar por el río parisino, enfrente de Notre-Dame. Y la ilusión de volver a alumbrar esta idea romántica y audaz renació.
Finalmente, después de sortear cientos de restricciones municipales y destrabar innumerables cuestiones burocráticas, el Estado francés pudo planear un dispositivo de seguridad para que nada se escapara de control, pese a las amenazas. Así las cosas, unos 10.500 competidores navegarán hoy en 94 embarcaciones durante seis kilómetros de las aguas que dividen la capital de Francia, expectante sobre cómo saldrá la ambiciosa ceremonia de cuatro horas, que mezclará la cultura francesa con los valores olímpicos. La Argentina ya tuvo el orgullo de contar con el velista Santiago Lange, medalla dorada en Río 2016, que este viernes hizo un trayecto con la antorcha olímpica.
El recorrido
El desfile por el río seguirá el curso del Sena, de este a oeste, a lo largo de 6 kilómetros. Partirá del puente de Austerlitz, junto al Jardin des Plantes, rodeará las dos islas del centro de la ciudad, la Île Saint Louis y la Île de la Cité, y pasará por debajo de los ocho o diez puentes y pasarelas. A bordo, los atletas podrán contemplar algunos de los escenarios oficiales de los Juegos, como Parc Urbain la Concorde, la Esplanade des Invalides, el Grand Palais y, por último, el puente de Iéna, donde el desfile se detendrá antes de llegar al Trocadéro para el final de la ceremonia.
La ubicación para el público
Los espectadores no necesitarán entradas para acceder a los muelles superiores. Los fans que deseen acceder a los muelles inferiores, desde el puente de Austerlitz hasta el puente de Iéna, si tuvieron que comprar tickets. Así cientos de miles de espectadores podrán asistir a los festejos a orillas del Sena y ochenta pantallas gigantes y altavoces estratégicamente colocados permitirán a todo el mundo disfrutar de la atmósfera del espectáculo, que retumbará en toda la capital francesa.
Grandes figuras
Manejado con extremo sigilo por sus responsables, se rumorea que en el número participarán la estrella pop estadounidense Lady Gaga, la cantante canadiense Celine Dion y Aya Nakamura, la artista francófona más escuchada del planeta y blanco recurrente de la extrema derecha francesa. Lo que es seguro es que la apertura, que obligó a colosales esfuerzos de seguridad, será presenciada en directo por personalidades y hasta 85 mandatarios de un mundo en tensión por las guerras en Ucrania y Gaza. Y, además, será diametralmente distinta a los aislados Juegos de Tokio 2020, marcados por la pandemia del covid-19, porque desarrollará ante los ojos de 320.000 espectadores a partir de las 14.30 de nuestro país.
“Es una gran apuesta”, dijo a la agencia AFP Tony Estanguet, presidente del comité de organización, consciente de los esfuerzos logísticos que significó poner en marcha una función al aire libre en un contexto de alerta terrorista. La ceremonia fue diseñada por el director de teatro francés Thomas Jolly, conocido por el exitoso musical de ópera-rock Starmania, y hasta cierto punto puede ser vista como una idea transgresora.
Seguridad y vallas metálicas
Será la primera de unos Juegos Olímpicos en realizarse fuera de un estadio, obligando a ejecutar un operativo de seguridad sin precedentes que ha tornado el centro de París en una auténtica fortaleza. Este viernes, barreras metálicas cortan el paso en las calles y las restricciones de acceso a varias zonas limitaron el transporte y la vida de barrio de parisinos y turistas.
Vehículos policiales patrullan la ciudad, agentes fuertemente armados vigilan las esquinas y francotiradores se preparan para situarse en cada punto alto por donde pasará el desfile. Unos 45.000 policías y guardias de seguridad privada contratados para la ocasión ya están desplegados el viernes.
Cuidados específicos
Según reporta la agencia AFP, las delegaciones de Israel y de los deportistas palestinos tendrán cuidados adicionales, en medio de temores de que la ofensiva israelí en Gaza sea un motivo potencial para los posibles atacantes. Israel será representado por su presidente, Isaac Herzog, mientras que Jibril Rajoub, jefe del Comité Olímpico Palestino, será el rostro de la Autoridad Palestina. La ausencia más notoria será la de Vladimir Putin, a raíz de la exclusión de Rusia por la invasión a Ucrania. Su par ucraniano, Volodomir Zelenski, no figura en la lista de invitados.
En tanto, la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, asistirá al evento sin el presidente Joe Biden, que recién desistió de la carrera a la reelección frente a Donald Trump, sobreviviente de un reciente intento de asesinato. China enviará al vicepresidente Han Zheng y España, al rey Felipe; mientras que Javier Milei (Argentina), Gustavo Petro (Colombia) y Santiago Peña (Paraguay) serán la cuota de dignatarios latinoamericanos.
El deporte sigue
A pesar de que la gala en el Sena centra la atención dentro y fuera de los Juegos, la actividad deportiva no cesa desde el miércoles, aunque el viernes apenas están programados eventos de entrenamiento de tiro. Desde mitad de semana, los torneos masculino y femenino de fútbol ya completaron sus primeras jornadas, en las que ya se registró la primera imagen a recordar del evento: el caótico final del Argentina-Marruecos que indignó al mismísimo Lionel Messi, ausente en París.
El cuadro de tenis se sorteó la víspera, proyectando un posible último duelo entre Rafael Nadal y Novak Djokovic en la segunda ronda de una competición que tendrá lugar en Roland Garros. Y uno de los rostros más esperados, el de la brillante gimnasta estadounidense Simone Biles, ya empezó a entrar en calor en unos Juegos cuya temperatura puede ser marcada de forma definitiva en las aguas del Sena.
Gastón Saiz