Los Pumas se hicieron fuertes ante la adversidad y dieron un golpe histórico en un año inédito.
Trece meses pasaron para volver a ver en acción a Los Pumas. Con esfuerzo y dedicación, el equipo argentino entrenó los últimos meses con los protocolos de distanciamiento por la pandemia del coronavirus para llegar de la mejor manera al debut del Tres Naciones. Del otro lado, la realidad era diferente. Además de su poderío habitual, los All Blacks arribaban a la ciudad australiana de Sidney con más rodaje. Sin embargo, esa diferencia no se notó y los verdaderos protagonistas fueron los dirigidos por Mario Ledesma que entraron en la historia del rugby nacional al lograr la primera victoria ante los temidos hombres de negro. Fue 25-15 con Nicolás Sánchez como gran figura al anotar todos los puntos.
El tucumano fue quien rompió la paridad antes de los cinco minutos con un penal. A los 11′, Richie Mo’unga igualó por la misma vía. Ese fue el único momento en el cual los oceánicos pudieron ser dominadores. El resto fue todo de Los Pumas que lograron el primer try del partido con Nico Sánchez, quien no falló en la conversión.
La gran ofensiva argentina supo aprovechar además algunas fallas de los oceánicos que se repitieron en penales. A los 23′, el 10 falló una posibilidad, pero tres minutos después tuvo su revancha para irse al vestuario 16-3.
La tarea para el segundo período era seguir con la inteligencia sin aflojar en la intensidad. Y así fue. A puro corazón, Los Pumas demostraron estar a la altura de semejante rival. Una imagen que graficó el momento fue cuando Julián Montoya se tiró de cabeza a buscar el balón en medio de las numerosas piernas neozelandesas.
Antes de dicha escena, Sánchez aumentó otra vez la ventaja con su puntería. Sus compañeros, en tanto, mantenían la concentración y la buena defensa ante el embate de los All Blacks que nunca encontraron respuesta y se vieron sorprendidos por semejante rival.
El único titubeo llegó a los 12′ cuando los oceánicos jugaron rápido el line y luego de un tremendo empuje de sus delanteros, llegaron al try por intermedio de Sam Cane. Sin embargo, esa situación no amedrentó al equipo nacional que siguió defendiendo con uñas y diente cada pelota.
Cinco minutos después, el 10 argentino convirtió otro penal de larga distancia y volvió la tranquilidad en el marcador. Sí, el goleador histórico del seleccionado argentino ya se quedaba con la marca de Hugo Porta, quien metió 21 puntos en el empate de 1985 en la cancha de Ferro.
El final fue todo algarabía. La diferencia de diez en el resultado (25-15) ya no importaba. Los cantos de la hinchada argentina en las tribunas acompañaban la emoción a flor de piel en todos los sectores de la cancha. Este equipo entró la historia y será recordado por siempre.
La inactividad no pesó
El seleccionado volvió a jugar un partido oficial tras 13 meses y cinco días en una temporada especial en la que la crisis sanitaria mundial obligó a cancelar los amistosos de las ventanas de junio y noviembre y a modificar el calendario del torneo que agrupa a los equipos más poderosos del hemisferio Sur.
Fue el primer choque entre Argentina y Nueva Zelanda en Australia. La única ocasión que los había cruzado en terreno neutral fue en el Mundial 2015 y aquel debut en Wembley terminó con el triunfo por 26-16 de los All Blacks.
El último duelo entre los dos seleccionados fue en Buenos Aires el 20 de julio de 2019. Por la tercera fecha del Rugby Championship los neocelandeses se impusieron por 20-16 en Vélez.
