Las fuertes ráfagas complicaron el andar y la perfección de marcha tan ansiada por los regularistas para penalizar el mínimo tiempo posible en su paso frente a los controles secretos diseminados dentro de las pruebas cronometradas o PC. En esta cuarta etapa, que se compuso de 598 km, se realizaron 12 PC, de los cuales los más complejos resultaron los tres finales en el regreso del valle de Traslasierra por la ruta Jorge Recalde (destacadísimo rallista cordobés) atravesando las Altas Cumbres con su altitud superior a los 2.200 msnm. Tamañas alturas representaron un escollo durísimo para el Citroën 2CV del año 1970 de los debutantes Porcelli-De Brum, que con sólo 14 caballos de fuerza pudieron concluir el día en la ciudad de Carlos Paz.
El arco de llegada ubicado frente a la Municipalidad y al lago San Roque, fue traspuesto con gran felicidad por el binomio Martin Miles Christie-José Díaz, dado que el otrora navegante de Recalde y bicampeón mundial de grupo N con el uruguayo Trelles, lograba arribar a su ciudad por primera vez con el GPAH, tras varios intentos fallidos, a bordo de uno de los autos más lindos, el Alfa Romeo Giulietta de 1961.
Cuartos en etapa 1, terceros en etapa 2, terceros en etapa 3 y segundos en etapa 4. Este viernes tendrán la presión de abrir ruta por ir ganando la prueba, su ventaja es de 91 centésimos de segundo sobre los segundos Di Gangi-Favuzzi (Falcon). Terceros Peñalva-Quiroga a 1,09 segundos y cuartos los Viegas a 1,32 segundos. En la categoría velocímetro los Sica siguen ganando etapas y marchan comodamente al frente pero nada está dicho aún mientras se trate de “fierros”.
Esta extraordinaria edición tiene hoy viernes su quinta y última etapa, en la cual los participantes irán partiendo según su ubicación en la clasificación general.