El primer tiempo, salvo por un tramo entre los 10′ y los 25′, fue muy entretenido para ver: fue parejo, hubo secuencias de ida y vuelta y buenos intentos por parte de ambos elencos no faltaron.
Comenzó mejor la visita, que rápidamente tuvo una clara gracias al talentoso Benjamín Domínguez: el pibe se animó, encaró ágilmente y remató de afuera, pero Guido Herrera tapó bien.
No obstante, el que terminó mejor fue el local, en gran parte por lo de un encendido Ramón Sosa: el mediocampista ofensivo paraguayo orquestó las más claras, que hubiesen sido golazos, pero se vio primero con el palo y luego con Nelson Insfrán.
En el segundo tiempo, al menos en los primeros minutos, el partido volvió a decaer, se planchó, entró en una meseta. En ese contexto, Gimnasia poco a poco creció, pasando a superar a su rival. Y a los 34′ pasó a ganarlo con ayuda: el defensor de la T Matías Catalán quiso rechazar un centro y terminó firmando un golazo en contra.
A partir de eso, el Lobo se dispuso a aguantar la ventaja, mientras que el Matador se lanzó al ataque, desesperado. Encima, el encuentro se calentó, a tal punto que llegó una tarjeta roja, para Gustavo Canto, por un planchazo en una disputa. La situación generó más calentura y la misma permaneció hasta el final. Ocho fueron los minutos agregados. Sin embargo, la pelota no quiso entrar para aliviar al dueño de casa y Gimnasia pudo firmar un triunfazo.