Tras un primer tiempo entre dos equipos que aportaron muy poco al espectáculo, La Pulga sacó un remate de otro partido ý abrió el marcador cuando corrían 16 minutos del complemento.
Parecía victoria sentenciada, pero claro, a este equipo jujeño hace bastante tiempo que no se le puede creer nada.
Minutos después de su gol, Rodríguez vio doble la amarilla y se fue expulsado como corolario de una tarde donde se lo vio demasiado conversador con el árbitro y sus rivales.
Lo que demostró a continuación Gimnasia es su poquísima entereza ante la adversidad, por lo que Güemes, sin nada, lo atropelló un par de veces y eso le resultó suficiente para igualar gracias al horrible fallo de uno de los defensores centrales, que pifió un despeje y el local aprovechó para llegar a una igualdad que, de otro modo, parecía imposible de lograr.
Gimnasia creyó que el empate era buen negocio(?) porque tenía un jugador menos, y lo firmó. Pobre actitud para un equipo con pretensiones de pelear el ascenso y mucho más cuando se tiene enfrente a un rival que viene con una pobrísima campaña. Hasta la próxima, muchachos! Y recuerden: es hora de pensar en grande…