Partiendo desde el 14° lugar, Colapinto logró avanzar una posición tras la salida y se mantuvo en el puesto 13 durante gran parte de la competencia. En una maniobra decisiva en la última vuelta, superó a Oliver Bearman, finalizando en el 12° lugar.
La victoria en la carrera fue para Lando Norris, quien, con un impresionante esfuerzo, logró adelantar a su compañero de equipo, Oscar Piastri, en los momentos finales de la prueba. Este desenlace generó momentos de gran tensión dentro del equipo McLaren, ya que la estrategia utilizada parecía estar perjudicando a ambos pilotos mientras Max Verstappen acechaba desde atrás. Sin embargo, Verstappen no logró superar a los McLaren y finalizó en la tercera posición.
Al concluir la carrera, Colapinto reflexionó sobre las intensas 48 horas previas, marcadas por emociones encontradas. La presencia de miles de aficionados que se movilizaron para apoyarlo contrastó con la triste noticia del fallecimiento de su abuelo paterno, lo que generó en él un estado de ánimo ambivalente. “Ayer fue un día muy difícil, muy triste. Hoy me levanté mejor, con buen ánimo. Quería disfrutar de la carrera, pero, bueno… Agradezco a todos los fans. Es una locura esto. Es muy lindo todo el apoyo que estoy recibiendo. Me hicieron sacar una sonrisa”, comentó, mientras resonaban los gritos de aliento de sus seguidores. En ese momento, Colapinto se detuvo, miró hacia arriba y sonrió, reflejando la conexión con su público.
Por otro lado, el único piloto que tuvo un mal trago en la carrera fue Nico Hülkenberg, de Haas, quien, a poco del final, sufrió un despiste que lo dejó fuera de competencia.