Francisco Cerúndolo: seis partidos en seis días, una maratón interminable que lo llevó a octavos

Se impuso al francés Ugo Humbert por 7-5, 6-7 y 7-5 en una racha muy poco común en el tenis

El tenista está acostumbrado a jugar en días consecutivos. Se suele hablar de la intensidad del circuito. Pero esto que le pasa a Francisco Cerúndolo va mucho más allá de lo habitual. Acaba de completar una racha de seis partidos ganados seguidos… en días consecutivos. Sin descanso y con un viaje desde Umag a París en el medio. Una maratón desgastante que lo acaba de ubicar en los octavos de final del torneo olímpico después de eliminar al local Ugo Humbert (N° 15 del ranking mundial) por 7-5, 6-7 (5-7) y 7-5.

Justo cuando está en duda el triatlón por la contaminación en el Sena, Cerúndolo empieza a ganarse fama de Ironman. Es que pese al desgaste interminable y la adversidad que significa un vuelo en medio de dos encuentros, superó otra prueba física impresionante en una batalla de 2h44m ante Humbert.

Muchas veces pasa que los jugadores se dejan caer tras un partido muy intenso. En este caso parece ser una consecuencia lógica de tanto trajín. Se recostó sobre el polvo de ladrillo como si no pudiera esperar llegar a una cama para descansar.

La “peregrinación” comenzó el miércoles 24 le ganó al croata Matej Dodig (286°, 6-3 y 6-4). El jueves superó a Lorenzo Sonego (57°, 6-4, 2-6 y 7-6), el viernes al ruso Andrey Rublev (8°, 7-6 y 6-4) y el sábado al italiano Lorenzo Musetti (16°, 2-6, 6-4 y 7-6), en la final.
Terminó de jugar en Umag, se subió un avión y desde el aeropuerto viajó directo a Roland Garros, para vencer al chileno Tomás Barrios Vera (165°, 6-1 y 6-2).

El partido de esta tarde representaba un desafío extra, ya que Humbert, además de jugar con el apoyo del público, es el décimo preclasificado del torneo. Que se le escape el segundo set en el tie break hizo pensar que ya no tendría recuperación. Semejante desgaste, tarde o temprano se paga. Por el físico o por la presión mental.

Pero Cerúndolo resistió, no se dejó intimidar por el clima. Naturalmente el público siempre se volcó en favor del francés, aunque esta vez sin la agresividad que se había desatado en los últimos días por el clima futbolero, de una rivalidad que nació en la final del Mundial de Qatar y que se trasladó hasta los cánticos racistas de Enzo Fernández y otros jugadores de la selección tras ganar la Copa América.

En este contexto, lo que sí resultó inevitable es que se baje del torneo de dobles. Cerúndolo debía jugar con Tomás Etcheverry, pero fue reemplazado por Mariano Navone. Ambos debutarán en la primera rueda ante los neerlandeses Robin Haase y Jean-Julien Rojer.

El próximo rival para el argentino será el ganador del partido entre el noruego Casper Ruud (N° 9) y el italiano Andrea Vavassori (206°). Si le quedan fuerzas, lo seguirá intentando. Está claro que eso de rendirse no pasa por su cabeza todavía.

Etcheverry y Carle, eliminados

Tomás Etcheverry quedó eliminado en la segunda rueda del torneo olímpico tras perder con el ruso Roman Safiullin (juega bajo bandera de atletas independientes), por 6-0 y 7-6 (7-1). El argentino no llegó en plenitud física. Había sufrido un golpe en la rodilla derecha en el final del duelo que le ganó al brasileño Seyboth Wild en la primera rueda.

En el cuadro femenino, Lourdes Carle perdió ante Gauff, de los Estados Unidos, y por un contundente 6-1 y 6-1.

Facebook
Twitter

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio