La 45ª Olimpíada de Ajedrez Budapest 2024, la principal competencia por equipos que de manera bianual organiza la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, según el acrónimo francés) contará con la participación de 193 naciones, entre ellas la Argentina.
La delegación nacional que la integrarán 5 maestros y 5 maestras, representantes de las categorías absoluta y femenina, más dos entrenadores, Robert Hungaski y Sebastián Iermito, contará también con un invitado de lujo: la nueva estrella del ajedrez local, Faustino Oro, el niño de 10 años que hará su debut como integrante del staff técnico. Nunca antes, en los 100 años del historial de esta prueba, que comenzó de manera oficiosa en París en 1924, hubo un representante argentino tan joven. Sin dudas un nuevo récord para el palmarés del niño prodigio.
“La Federación Argentina de Ajedrez (FADA) y el cuerpo técnico que encabeza el maestro Sergio Slipak junto a otros cuatro entrenadores, consideró darle la oportunidad a Faustino Oro de estar de alguna manera en un juego olímpico; para que experimente el ambiente de tan alta competencia y único espacio en el que se encuentran los mejores jugadores de los más de 190 países participantes. Faustino podrá colaborar con los capitanes y será de gran beneficio para toda la delegación y fundamental para el mismo cuando le toque vestir la camiseta del seleccionado argentino”, le dijo a Infobae, Mario Petrucci, Director Ejecutivo de la FADA.
Consultado cómo se tramitó la invitación, Petrucci explicó: “Con la aprobación de los padres (Alejandro y Romina) y el apoyo incondicional del grupo de mecenas que acompañan su carrera profesional, se propuso la invitación. Es nuestra intención acordar con los organizadores para que Faustino, además, participe de los eventos promocionales de la olimpíada de ajedrez”.
Faustino Oro viajará a Budapest durante la primera semana mientras se está disputando la competencia. Luego junto a los entrenadores de los equipos el gran maestro Robert Hungaski (varones) y Sebastián Iermito (mujeres), el niño participará en la preparación de las partidas diarias que cada integrante argentino jugará según determine el sorteo de cada jornada.
“La función del entrenador es elegir a los 4 jugadores que serán los titulares de cada rueda, siempre uno deberá descansar. La ayuda es diaria preparando las partidas y analizando el juego del rival de turno” le dijo a Infobae, el maestro Sebastián Iermito, entrenador de las mujeres y completó: “Personalmente ya vengo trabajando con cada una de las chicas y también de manera grupal, desde hace 60 días. Lamentablemente, ya con las partidas en juego mucho no podemos hacer, ni siquiera los jugadores están autorizados a consultarle al entrenador o capitán la posibilidad de aceptar un empate propuesto. Antes era así, ahora, los jugadores deciden exclusivamente ellos”.
Los ajedrecistas argentinos que tienen el récord de precocidad en esta competencia son: Virginia Justo (categoría femenina), a los 15 años; su debut fue en la Olimpíada de Buenos Aires 1978, y además participó en La Valetta 1980, Lucerna 1982, Tesalónica 1984 y Mallorca 2004. Mientras que el rosarino Gerardo (categoría absoluta), a los 17 años; su debut fue en la Olimpíada de Buenos Aires 1978, y después jugó en Tesalónica 1984 y 1988, Dubai 1986, Novi Sad 1990 y Moscú 1994.
Entre el 11 y 22 de septiembre próximo, Budapest se convertirá en el epicentro del mundo de los trebejos con el desarrollo de la 45ª olimpíada de ajedrez que reunirá a los equipos de todas las potencias de esta actividad en la capital de Hungría.
Nuevamente, como sucediera en la anterior edición en Chennai (India) 2022, la prueba no contará con formaciones de equipos rusos y bielorrusos, debido a las sanciones impuestas por el Comité Olímpico Internacional (COI), tras la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. No obstante, varios ajedrecistas, maestros y maestras, competirán representando a otras naciones.
El certamen, que se disputará por sistema suizo a 11 ruedas (en cada jornada se enfrentarán los equipos que tengan igual o similar puntaje en la tabla de posiciones) divididos en dos categorías: absoluta (hombres y mujeres) y femenino.
Argentina (preclasificada 33ª entre 193 países) contará en su formación con cinco grandes maestros: Rubén Felgaer, Fernando Peralta, Diego Flores, Leandro Krysa y Tomás Sosa. En cada sesión cuatro de ellos serán titulares e intercambiarán con el puesto de suplente.
En tanto, el plantel de mujeres (preclasificadas 25ª entre 182 seleccionados) lo conformarán: Candela Francisco, María José Campos, Anapaola Borda, Belén Sarquís y Claudia Amura.
Entre los grandes candidatos de la categoría absoluta sobresalen los conjuntos de: Estados Unidos (Caruana, So, Domínguez, Aronian y Robson), India (Erigaisi, Gukesh, Pragg, Vidit y Harikrishna), China (Wei, Ding, Yu, Bu y Wang), Uzbekistán (Abdusattorov, Sindarov, Yakubboev, Vokhidov y Vakhidov), Países Bajos (Giri, Van Foreest, Warmerdam, L´ami y Bok) y Hungría (Rapport, Leko, Sjugirov, Gledura y Berkes)
Y en el femenino se destacan: India (Dronavalli, Vaishale, Divya, Vantika y Tania), Georgia (Dzagnidze, Batsiashvili, Javakhishvili, Khotenashvili y Melia), China (Zhu, Lu, Song, Guo y Ni), y Ucrania (Osmak, Ushenina, Buksa, Gaponenko y Doluhanova).
En la última olimpíada en Chennai 2022, el equipo argentino de varones ocupó el lugar 33° de la tabla entre 188 conjuntos. Uzbekistán, Armenia e India B, ocuparon el podio. En mujeres, Argentina finalizó 34ª entre 162 equipos, y el podio fue para Ucrania, Georgia e India.
“No tengo en claro todavía la función que cumplirá Fausti en Budapest, pero para todos nosotros es muy divertido que él nos acompañe” dijo Diego Flores, siete veces campeón argentino, representante argentino en ocho olimpíadas y que defenderá el 3er tablero en Budapest. Y agregó: “Pero visto esto desde la perspectiva de un niño esto es realmente una bomba. El poder transitar por el salón viendo los juegos y a los mejores ajedrecistas del mundo. Creo que si le preguntas ¿qué preferís Fausti, ir a Disney o a Budapest?, no tengo dudas que se toma el primer avión hacia Hungría (risas)”.
Por
Carlos A. Ilardo