Su estreno será hoy a las 19 ante el conjunto ecuatoriano, en un partido que marcará un hito: por primera vez, un equipo de Santiago del Estero jugará un torneo internacional oficial.
Consciente de la importancia del momento, el entrenador Omar De Felippe busca transmitir tranquilidad al plantel. “Esperemos que sea el inicio de algo lindo para todos. Hay una gran ansiedad, tanto de la gente como de los jugadores, pero intentamos tomarlo con calma y afrontarlo como un partido más”, expresó.
La motivación de ser el ‘tapado’ del torneo
Si bien Central Córdoba es debutante en la competencia y no figura entre los favoritos, ese papel no incomoda al cuerpo técnico ni al plantel. “Nos pasó algo similar en la Copa Argentina: nadie nos tenía en cuenta y terminamos siendo campeones. Sabemos que la Libertadores es un torneo con rivales de jerarquía, pero cuando empieza el partido, todos queremos ganar”, sostuvo De Felippe, confiado en el potencial de su equipo.
Doble competencia y el desafío de la rotación
El calendario no da respiro y el Ferroviario deberá afrontar tres partidos en apenas siete días. Con la necesidad de equilibrar cargas, el entrenador anticipó que habrá rotaciones. “El equipo lo arman los jugadores. Nosotros observamos quién está mejor y le damos la oportunidad. Necesitamos que todos estén preparados porque les va a tocar jugar”, remarcó.
Además, dejó en claro que el objetivo no es solo la Copa Libertadores, sino también mantenerse competitivo en el torneo local. “Queremos clasificarnos entre los ocho primeros y seguir creciendo. No vamos a descuidar la liga, es fundamental para el futuro del club”, concluyó De Felippe, ilusionado con que Central Córdoba pueda sorprender en su primera aventura internacional.
