Su habilidad fue determinante para romper el empate, y en sus pies zurdos estuvo la oportunidad para que su equipo tomara la delantera.
Sin embargo, Las Garzas se encontraron con dificultades para superar al equipo de Utah. Desde el inicio del partido, la iniciativa fue de los locales, y Messi intercambió roles con su amigo Luis Suárez, quien le brindó una asistencia en el primer avance ofensivo.
Messi no cesó en su esfuerzo en el frente de ataque, ya sea retrasándose para generar juego o presionando la salida del equipo rival. Durante el partido, deleitó con algunos regates y también generó peligro combinando con Suárez.
Su primer intento peligroso llegó a los 16 minutos con un tiro libre desde media distancia, que fue despejado en la línea por Justen Glad. La jugada resultó en un córner, y en la ejecución, Messi estuvo cerca de anotar un gol olímpico.
Messi estuvo tan involucrado en el juego que incluso se mostró molesto con Julian Gressel por no pasarle la pelota cuando estaba solo frente al arco. Su influencia en el juego fue notable, incluso en las jugadas de pelota parada, como cuando estuvo a punto de concretar una jugada con Jordi Alba, rememorando sus días en el Barcelona.
Finalmente, a los 38 minutos, Messi recibió un pase de Sergio Busquets, otro excompañero del Barcelona, y entregó un pase de gol perfecto a Robert Taylor, quien con un giro abrió el marcador.
En la segunda mitad, Messi continuó siendo determinante. Aprovechando los errores del Inter Miami, el Real Salt Lake generó ataques que dejaron espacios, y Messi volvió a desequilibrar. En una jugada, recorrió casi toda la cancha con la pelota, realizó sus característicos regates y abrió el juego hacia la izquierda.
Messi continuó liderando a su equipo, motivando a sus compañeros para recuperar la pelota y controlar el partido. En una jugada, recibió un pase de Busquets y su remate fue desviado con la mano por un rival en una clara falta penal, aunque la jugada fue invalidada por un fuera de juego previo de Busquets.
A los 83 minutos, Messi volvió a ser decisivo al recibir la pelota de Diego Gómez, encarar hacia el área y asistir a Gómez para marcar el segundo gol del partido.
En los minutos finales, Messi combinó nuevamente con Suárez, quien le devolvió la pelota dentro del área. Messi realizó un hábil regate que desconcertó a su marcador, pero su remate fue detenido por el portero Zac MacMath.
Messi se unió al Inter Miami a mediados del año pasado y esta es su primera temporada completa en Norteamérica. Hasta el momento, ha disputado 15 partidos con el equipo, anotando 11 goles y brindando 6 asistencias.
La temporada regular de la MLS consta de 38 jornadas, y los siete primeros equipos de cada conferencia avanzarán directamente a los playoffs. En la próxima jornada, el Inter Miami jugará nuevamente como local contra Orlando City en el clásico de Florida, el sábado 2 de marzo, a las 18:30 hora de Argentina.
