El equipo de Michael Cheika culminó la gira frente a los británicos: ganó en Jujuy, perdió en Salta, y volvió a festejar en Santiago del Estero.
El seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, le ganó a Escocia en el tercer y último encuentro de la ventana internacional preparatoria para el Rugby Championship que se jugará en agosto. El equipo dirigido por Michael Cheika ganó 34 a 31 y se quedó con el test match disputado en el estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero.
Los Pumas, que habían dado una mala imagen en el duelo del fin de semana pasado en Salta, terminaron dando vuelta un marcador que fue adverso gran parte del partido. De esta manera, el historial entre ambas selecciones queda empatado en 12.
Del mismo modo que no se puede afirmar que los argentinos jugaron bien o tuvieron una actuación destacada, es factible remarcar que ante esa falencia, apareció la garra: en ese aspecto se puede explicar el triunfo que se terminó de hilvanar practicamente en la última jugada.
Emiliano Boffelli fue determinante porque abrió el partido con un penal desde lejos, por no decir lejísimo, no se achicó y la metió entre los palos para poner al seleccionado arriba con esos tres puntos. En la última jugada, apoyó el try que permitió el triunfazo.
Pero vamos por partes. La alegría tras la apertura del marcador duró poco. Después de esa acción fue todo cuesta arriba para Los Pumas. Duhan Van der Merwe logró filtrarse y apoyó: Escocia pasó al frente por esos cinco puntos y los dos de la patada de Blair Kinghorn.
La pronta recuperación de Escocia descolocó al equipo argentino, que perdió el control y por momentos no mostró la conexión de los primeros minutos. Hasta que tras una gran reacción de Bautista Delguy, Santiago Carreras logró desprenderse y apoyar: el try llegó en el momento adecuado.
Sin embargo si algo quedó al desnudo en el equipo de Cheika fue lo poco que pudo sostener la ventaja. Porque en la acción siguiente otra vez perdió la diferencia que tenía en su favor. Un nuevo try escocés -llegaron empujando desde el scrum- y los dos puntos extras por el tiro acertado de Kinghorn, marcaron una tendencia que -a excepción del final-, Los Pumas no podían contrarrestar.
Los Pumas terminaron el primer tiempo por debajo de Escocia, pero por apenas un punto. Boffelli, después de errar un tiro y luego atinar en el siguiente, consiguió que el marcador quedara en 13-18. Eso fue posible porque el último tiro Cardo fue devuelto por el travesaño. Con el diario del lunes, en cada cierre de periodo, la visita pagó caro su yerro.
Si algo sabían los argentinos era que tras regresar del vestuario debían mejorar bastante si querían ser protagonistas. Pero el reinicio fue un baldazo de agua fría: doblete de Ewan Ashman y otro acierto con los pies de Kinghorn. Con mucho por delante, Escocia se imponía 21 a 13.
La dinámica del partido dejó al descubierto el principal rasgo de Escocia: fue un equipo frontal que llegó con (mucha) facilidad al in goal. Se le hizo muy difícil a la Argentina cortar los avances. Faltó tackle y sobraron tries de los escoceses, que lograban mostrarse holgados en el marcador.
Aún con problemas defensivos, Los Pumas no se rindieron. Con el ingreso de Tetaz Chaparro Argentina logró achicar la diferencia con un try de su autoría. La diferencia seguía siendo amplia, pero el descuento fue vital. En ese sentido, el try de Bertranou fue fundamental porque permitió que el último esfuerzos trajera como recompensa el triunfo.
¿Qué hizo mal y que hizo bien la Argentina? Entre las deficiencias se siguen encolumnando los tackles errados y las infracciones. Pero entre los aspectos salientes, la búsqueda continua y la paciencia para construir los ataques que le permitieron llevarse un triunfo tan ajustado como agónico.
Con mucha rotación de jugadores, varios cambios de un partido a otros, Cheika llega al Rugby Championship con una idea que deberá mejorar mucho para enfrentar entre el 6 de agosto y el 24 de septiembre, ante Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica.