El encuentro comenzará a las 17.30 en La Nueva Olla, el estadio de Cerro Porteño en Asunción, con el arbitraje del brasileño Rafael Claus.
El conjunto que dirige Pablo Lavallén llega a esta final en medio de una expectativa que con los días se transformó en ansiedad frenética: una multitud lo despidió el miércoles cuando partió de Santa Fe en un vuelo chárter, mientras se espera en Asunción a 30 mil hinchas sabaleros, el mayor número hasta ahora para acompañar a un equipo argentino en el exterior.
Para llegar a la final, el partido más importante en sus 114 años de historia, Colón derrotó a Deportivo Municipal de Lima, River Plate de Uruguay, Argentinos Juniors, Zulia de Venezuela y Atlético Mineiro de Brasil.
La semifinal en Belo Horizonte, precisamente, fue el partido que encendió la llama rojinegra: después de ganar 2-1 en el Cementerio de los Elefantes y perder por el mismo resultado de visitante, la serie de penales fue 4 a 3 para Colón, con la exquisita definición de Luis el Pulga Rodríguez y la atajada del uruguayo Leonardo Burián para coronar una noche inolvidable.
El DT Pablo Lavallén recibió ayer una noticia inesperada con la baja del mediocampista Rodrigo Aliendro, quien se resintió de una lesión en el aductor derecho mientras practicaba penales en el complejo deportivo del club Olimpia. Su lugar será ocupado por el ex futbolista de Instituto de Córdoba Cristian Bernardi.
Independiente del Valle, por su lado, también pretende su primer título internacional. Verdugo de River y de Boca en la Libertadores 2016, en la Sudamericana 2019 eliminó a Unión de Santa Fe, Universidad de Chile, Caracas de Venezuela, Independiente de Avellaneda y Corinthians de Brasil.
Durante la mañana del jueves, ambos planteles cumplieron con el control antidoping que ordena la organización, en la previa de partidos definitorios, según la recomendación de la Agencia Mundial Antidopaje.
Con entradas agotadas, hospedajes repletos en Asunción y sus alrededores, televisación vendida por la Conmebol a 111 países y 4.000 policías destinados al operativo de seguridad, la final de la Copa Sudamericana promete emociones, además de tener en vilo a buena parte de la ciudad de Santa Fe, que aguarda por la consagración de Colón.