Los clásicos son los clásicos, pero también estos tienen su parte injusta, son con sus horarios y como la organización acomoda los encuentros del día.
De 5 fechas, Atlético Tucumán jugó tres lunes y un domingo a las 11 horas. A Arsenal le tocaron dos lunes, un viernes, un domingo a las 11 y otro a las 13. Esto podríamos hacerlo con la mayoría de los equipos de la Superliga. Pero hay otros que ni se acercan a esos horarios y días. Los ejemplos más contundentes son River y Boca. Juegan siempre en horario central del domingo, salvo que pidan modificarlo. pasó una vez, pero lo hicieron un sábado y en horario central.
Por supuesto que a los equipos más importantes hay que tratarlos como tales, pero es inviable que toda la organización sea injusta. Si abrieron la franja del domingo a la mañana, todos los equipos deben jugar alguna vez en ese espacio y la rotación debería ser para que a ninguno le toque más de dos veces en todo el torneo. ¿Cuál es el problema de que River juegue un viernes? ¿O Boca un lunes? Debe ser repartido de manera más equitativa.
El rating y el share ahora son parte del reparto del dinero de la tv. Si Huracán juega un lunes, un viernes, un domingo a las 11 y otro a las 13, tendrá menos rating/share que si lo hace sábados o domingos por la tarde o noche. Igual para todo el resto. Ni qué decir si ponen su partido a competir con otro. Eso sucederá este domingo. Y, para colmo, en pleno almuerzo. No está bien.
La agenda de este domingo no tiene precedentes. Dos encuentros a las 11 y dos a las 13 horas. Cuatro partidos entre las 11 y las 15 del domingo. ¿Qué pasó? Después juegan River – Boca y la idea es dejarle el espacio sin que nadie «moleste». Toda la tarde limpia de fútbol para que sólo se hable del superclásico.