Era demasiado flaco para jugar al fútbol. Amante de los dulces, por eso cada gol que valía un pastel, lo festejaba como un loco.
Era rebelde, no se le veía un futuro muy profesional, mucho vértigo, por descanso y locuras como correr carreras clandestinas con el vehículo que le sacaba a escondidas a su padre. Pero contra todos esos malos pronósticos, el chico de Varsovia se hizo un lugar en el universo de la elite de la pelota y ahora es el mejor jugador del mundo 2020, tras la gala por el premio «The Best» de la FIFA. No le importaron las burlas por su figura espigada y falta de musculatura, respondió incendiando redes. Robert Lewandowski, comió, durmió y se entrenó para ser el mejor delantero. El 9 perfecto.
El premio The Best, que otorga la FIFA, fue sólo la coronación del esfuerzo de un talento totalmente elaborado desde la constancia. En el camino dejó nada menos que a Lionel Messi y a Cristiano Ronaldo. Y lo más contundente del galardón es que las grandes glorias del mundo del fútbol no dudaron ni por un segundo en que debía ser Lewandowski, de 32 años, como el mejor del año: «Lo tiene todo por eso recibió el premio. No hay nadie que se le acerque, ni en Alemania ni en Europa. Además, ha ido adquiriendo cualidades que le hacen sobresalir aún más que antes», la firma de Lothar Matthaeus lo dice todo.
Con sólo repasar el 2020 de Lewandowski, alcanza para comprender lo que representa el artillero polaco, ese que comenzó a patear una pelota en MKS de Varsovia, en 2004 jugó en Delta y en 2005 desembarcó en el popular Legia Varsovia. El delantero de Bayern Munich, se quedó con Champions League, fue campeón de la Bundesliga, ganó la Copa de Alemania, levantó la Supercopa alemana, se coronó en la Supercopa de la UEFA, fue el máximo goleador de la Champios, de la Bundesliga (por tercer año consecutivo) y la Copa de Alemania (por cuarto año consecutivo) y fue elegido como el jugador del año en Alemania y en Europa.
Desde que desembarcó en la Bundesliga, en 2010, para ser parte de Borussia Dortmund, su evolución fue astronómica y allí dejó 103 festejos. Desde que se vistió con los colores de Bayern Munich, en 2014, acumula 263 goles. «Lewy es excepcional. Es capaz de meter goles con cualquier parte del cuerpo, no tiene ningún punto débil. Me alegro de que esté en mi equipo y de no tener que enfrentarme a él cada semana», dijo el arquero Manuel Neuer.
Es cierto que pensó en dejar de jugar allá por 2006, cuando falleció su padre Krzysztof, y Legia lo dejó libre porque no tenía un físico desarrollado para el fútbol. Cambió su enfoque, encontró refugio en Znicz Pruszkow, donde explotó por el aire el verdadero Lewandowski: 15 goles en la campaña para ascender a la segunda división en donde marcó 2. Saltó a Lech Poznan de la primera división y dos años más tarde fue el máximo goleador de la liga polaca con 18 conquistas.
Su cuidado físico comenzó a resultar determinante para él y cuando llegó a Dortmund recibió el apodo «El Cuerpo», por el tiempo que le dedicaba a estar en el gimnasio. Y desde entonces parece tener la receta perfecta para el gol: horas extra de ejercicios en su casa, sesiones de yoga, y sobre todo la dieta que le prepara su mujer Anna Stachurska, nutricionista y karateka profesional -dos medallas de bronce (2008 y 2014) y una de plata (2012) en los Mundiales, que decidió que sus comidas empezaran por el postre. «Lo que más que impresiona de él es su profesionalismo, ambición, pasión, hambre y estado físico», declaró hace un tiempo Jupp Heynckes, el ex entrenador de Bayern Munich.
No deja nada librado al azar para tratar de ser el mejor, por eso es que hasta contrató un especialista del sueño para discutir de qué lado debe dormir: «Soy diestro y mi pierna de disparo también es la derecha, por eso es mejor que duerma del lado izquierdo», contó el propio Lewandowski. Incluso, hasta contó que se ocupa que no haya elementos que irradien luz en su dormitorio y bajó considerablemente su tiempo frente a la PlayStation, el entretenimiento preferido para distenderse. Ahora, lo suyo es la lectura, en especial, las biografías deportivas: «Michael Jordan, Tiger Woods o Usain Bolt, son superestrellas que marcaron su deporte. Ellos son referencias dentro de su disciplina. Leo sobre ellos e intento aprender», explicó Lewy.
Jurgen Klopp fue el entrenador que lo convirtió en un futbolista de primer nivel, según reconoció el propio delantero polaco. Supo acoplarse a cada conductor, tanto que ahora entiende que lo que le ofrece Hans Dieter Flick, como DT de Bayern, es perfecto para su juego. Cada entrenador disfrutó del polaco: «Es uno de los futbolistas más profesionales con los que trabajé», dijo Pep Guardiola cuando condujo a Bayern.
«Es la hora de que Lewandowski demuestre que es mejor que Messi», dijo su compañero Thomas Müller. Incluso, Miroslav Klose, el máximo artillero en la historia de la Copa del Mundo con 16 tantos, que hoy es segundo entrenador de Bayern Munich, fue contundente sobre Lewandowski: «Es un delantero perfecto».
La construcción del The Best, la suma de las herramientas del polaco que dejó sin premio a Messi y Ronaldo.