La idea es terminar la Copa de la Superliga. Después, suprimir los descensos hasta 2023 y volver progresivamente al esquema de 30 equipos.
Se eliminarán los promedios y habrá un estricto control financiero.
¿Puede sobrevivir la industria de la pelota cuatro meses más en este contexto de pandemia y parate? La pregunta es inquietante. Se la hacen los dirigentes, que ya empiezan a mirar con extrema preocupación el futuro. Hay señales de que la actividad podría reanudarse entre agosto y septiembre, cuando haya quedado atrás la peor etapa del coronavirus, según las estimaciones del Ministerio de Salud. ¿Y el público? Recién podría regresar a las canchas en 2021.
Hay un borrador –otro de los tantos que elaboraron en los últimos tiempos- que podría ser definitivo. Se le bajará el martillo, cuentan en la AFA, en las semanas venideras. La idea es terminar la Copa de la Superliga en el último trimestre, definir el campeón y los clasificados a los torneos internacionales del año que viene. Y aquí empiezan los detalles más polémicos del proyecto: no habrá descensos, pero sí ascensos, por los próximos tres años para llegar a un campeonato de… ¡30 equipos! en 2023.
Aquella vieja de idea de volver a las fuentes y armar un torneo de 22 clubes quedó enterrada como la Superliga, que a partir del año próximo se llamará Liga Profesional de Fútbol. Ahora, la propuesta abarca 2021 con 26 equipos, 2022 con 28 y 2023 con 30 para recién en esta temporada volver al sistema de descensos. Hay dos cuestiones esenciales que deberán quedar establecidas para que el nuevo esquema funcione: la eliminación de los históricos promedios y un estricto control financiero.
Detrás de esta movida hay un solo objetivo: el salvataje económico de los clubes. “Hay que desactivar esta locura de pagar contratos millonarios por futbolistas que terminan jugando poco o nada”, le dijo a Clarín un dirigente influyente. No habrá tope salarial, pero todos los equipos deberán someterse a una auditoría y necesitarán la aprobación de la Liga para hacer contrataciones. En definitiva, buscarán que no se gaste más dinero del que ingresa. De este modo, se evitarán casos como los actuales. Más allá del conflicto sanitario, hay clubes que adeudan tres meses de sueldos y tienen problemas para cumplir con los pases. “El Fair Play financiero será implacable”, aseguran.
Según pudo averiguar Clarín, de los 24 clubes que tienen voz y voto, entre 18 y 19 están de acuerdo. Boca y River no respaldan esta decisión. Racing duda. San Lorenzo e Independiente, acompañan. Se impondrá la mayoría. “Este es el proyecto más viable por la coyuntura. En 2023, veremos”, deslizaron en Viamonte, donde funciona la casa madre del fútbol. Con 30 participantes, habrá más dinero de la televisión, especulan quienes impulsan esta propuesta. Y a más partidos, más posibilidades de televisar a través de canales abiertos, tal cual pretende la Rosada. Lo dijo públicamente Alberto Fernández y lo motoriza Sergio Massa, principal brazo articulador del Gobierno y nexo con el mundo del fútbol.
“Tenemos que pasar el invierno”, dicen los directivos. Necesitarán la ayuda de la televisión, que pagó abril y podría hacer efectiva la cuota de mayo. Imposible saber si se harán cargo de junio, julio y agosto. Habrá que negociar. ¿Le tirará una soga el Gobierno? Como adelantó este diario, los clubes esperan créditos blandos (se está haciendo una gestión con el Banco Comafi, sponsor de la Superliga) y la reactivación del decreto 1212 que derogó Mauricio Macri y frizó Fernández.
Hoy, los sueldos de los jugadores no parecen ser el mayor de los problemas. Casi todos hicieron acuerdos que derivarán en una reducción temporal, otros con una conveniente financiación. En el peor de los casos, quedarán en libertad de acción. Hay urgencia, en cambio, para cumplir con el resto de los empleados que no cobran salarios millonarios. ¿Se viene un fútbol con muchos juveniles? Con la tribuna vacía, hay un agujero en la recaudación. Muchos creen que recién podrán volver a abrir los estadios en 2021. A esa altura se espera que no sea necesario evitar aglomeraciones y exista la vacuna contra ese virus que nació en China y aqueja a todo el planeta.