La cúpula encabezada por Rafa Di Zeo y Mauro Martín ya tiene pasajes y alojamiento para el duelo del 20 de enero
Por: Gustavo Grabia
Tuvieron que ver a la Selección levantar la Copa del Mundo por televisión pero ahora va por la revancha: La Doce tiene todo listo para emprender el viaje a Abu Dhabi a ver la Supercopa Internacional que enfrentará el 20 a Boca contra Racing. Y los impedimentos que podían tener para hacer el periplo ya están sorteados: la Justicia habilitó el viaje de aquellos que tienen causas judiciales y no hay convenio de derecho de admisión entre Argentina y Emiratos Arabes Unidos, por lo que no regirá allí la prohibición de concurrencia.
Con todos estos escollos despejados, la cúpula de la barra brava de Boca compró pasaje y alojamiento: saldrá el día 16 por la aerolínea Emirates en el vuelo EK 248 que hace escala en Río de Janeiro para seguir después rumbo al destino final, donde arribará el 17 por la noche, dato no menor ya que habrá tres jornadas libres entre el desembarco y el día del partido, y sus integrantes deberán portarse como carmelitas descalzas si no quieren tener problemas en tierras lejanas.
El regreso está previsto para el día 22 de enero y el lugar de alojamiento es un hotel de la zona de Al Barsha, donde está el Mall of the Emirates, el segundo centro comercial más grande de Dubai que por ejemplo no sólo tiene todas las tiendas de lujo sino hasta una pista de esquí dentro y dónde los hoteles arrancan según la categoría en 60 dólares la noche y hay hasta de 300 billetes de esa misma moneda.
Los que viajan son los 20 miembros más importantes de la barra, a razón de diez por grupo: una tanda de Rafael Di Zeo y otra de Mauro Martín. Ambos tienen como el resto de la cúpula problemas judiciales que esta vez quedaron de lado. Primero pidieron autorización en el Tribunal Oral Federal Número 8 de la doctora Sabrina Namer donde están elevados a juicio oral 11 integrantes de la barra por encubrimiento agravado, hecho que se remonta a un partido en la Bombonera de 2016 cuando presuntamente facilitaron la huida de quién era por entonces el tres de La Doce, Maximiliano Oetinger, que estaba siendo buscado por secuestro extorsivo. Oetinger tenía un prontuario pesado y había sido miembro de la banda La Chocolatada, con asiento en Villa Lugano, un grupo delictivo de jóvenes, de ahí el apodo, que se especializaba en delitos de toda laya.
Pero esa causa está a punto de fenecer, ya que el propio fiscal del caso dijo no tener material para llevar adelante la acusación, por lo que tras la feria judicial seguramente serán todos absueltos de culpa y cargo. La acusación era que habían hecho un cerco a la salida del partido tras ser avisados de que la Policía estaba buscando a Oetinger, con lo que no dejaron actuar a las fuerzas de seguridad y así el barra logró fugarse. Y si bien se logró probar en la etapa de instrucción que uno de los barras clave de La Doce, Guillermo Mou Brunetta, fue a quien le llegó el dato de lo que iba a ocurrir y lo pasó, para la Justicia no hay constancia de que Brunetta arregló con la cúpula la huida de Oetinger. Y como Brunetta murió en pandemia, no estará su testimonio así que todo se encamina al famoso “acá no pasó nada”.
Por eso la barra quiere hacer buena letra: sabe que un incidente en Emiratos Arabes podría demorar el fallo a su favor, que además tiene implicancia clave en el derecho de admisión, porque es este caso el que utilizó el gobierno para aplicarles la prohibición de concurrencia hasta marzo de este año. Si son absueltos como todo indica, ya no habrá motivo para que no puedan volver a liderar el paravalanchas de la segunda bandeja que da a Casa Amarilla.
Di Zeo además tiene otro juicio en trámite, en el que se lo acusa de haber instigado la pelea interna de La Doce en la previa de un clásico con San Lorenzo en los alrededores del Nuevo Gasómetro el 20 de julio de 2013, que terminó con dos barras muertos. En ese proceso judicial también pidió autorización y daría la impresión de que la próxima semana su solicitud será aceptada, dado que siempre estuvo a derecho y que las audiencias que faltan están fijadas recién para febrero, tras la feria judicial. En este caso también Di Zeo viene con buenas perspectivas y salvo que el fiscal Aldo de la Fuente tenga un as bajo la manga que aún no ha jugado, todo lleva a una absolución, ya que en las audiencias de noviembre y diciembre ningún testigo lo ubicó en el lugar de los hechos ni tampoco dando una orden vía teléfono celular.
Es por esto que nadie avizora un conflicto de la barra en Emiratos Árabes. Pero claro, una cosa es lo que quiere La Doce y otra lo que podría pasar si hay cruce en alguna calle de Abu Dhabi con, por ejemplo, la barra de Racing. Y hay tres días desde la llegada hasta el partido para que las paralelas se toquen. Por eso todos están a la espera de quiénes serán los barras de la Academia que finalmente estén allá apoyando al equipo de Fernando Gago. Porque además en Racing la situación está que arde: Leandro Paredes y Enrique Rulet, jefes de la facción Los Pibes de Racing que domina el Cilindro desde 2021, están presos desde el mes pasado, lo que abrió una pelea por su sucesión, que por ahora quedó en manos de Martín Ramírez, alias Tincho, acompañado según un informe que tiene la fiscalía 4 de Avellaneda por Matías Alfonzo, alias Cara de Paty, y Darío Barzola, alias Gamuza.
Pero del otro lado la vieja Guardia Imperial aspira a retornar, de hecho ya hubo un encontronazo en la sede del club el martes pasado y el rumor fuerte es que el grupo disidente con base en Dock Sud tiene decidido viajar. Y la relación entre ambos bandos de Racing con La Doce no es, que digamos, muy amigable. Lo único que los iguala a todos es que parecen tener el efectivo suficiente para poder estar en el partido, un viaje que entre vuelo, alojamiento y vituallas se estima en no menos de 1,5 millón de pesos por esa semana.