Con goles de Pituca, Soteldo y Lucas Braga, el Peixe es finalista y jugará ante Palmeiras.
El equipo que dirige Miguel Ángel Russo terminó con diez futbolistas por la expulsión de Fabra a los 10′ del complemento
Boca perdió sin atenuantes 3-0 frente al Santos en Brasil y se despidió en las semifinales de la Copa Libertadores. Pituca (15′PT), Soteldo (4′ST) y Lucas Braga (6′ST) convirtieron para el Peixe, que ahora disputará la final del certamen ante Palmeiras el sábado 30 del corriente en el estadio Maracaná. El árbitro fue el colombiano Wilmar Roldán, quien expulsó de manera correcta a Frank Fabra tras un pisotón sobre Marinho a los 10′ST.
Los primeros 45 minutos fueron parejos. Santos tuvo un inicio muy bueno, pero cuando hizo el gol se replegó y ahí comenzó a tener la pelota Boca. Sin embargo, el Xeneize no contó con las jugadas claras y poco pudo incomodar al arco bien custodiado por Joao Paulo. En el complemento, continuó la poca reacción del equipo argentino, que tampoco tuvo en el banco los cambios esperados de parte de Russo y se despidió con una goleada en contra.
Sorprendieron los bajos rendimientos individuales de Toto Salvio, el tándem Campuzano-Pulpo González, aunque en líneas generales el equipo fue muy apático. En el final, con el partido completamente desvirtuado por la insólita expulsión de Fabra, Esteban Andrada tuvo dos tapadas monumentales que le permitieron maquillar un resultado que igual fue duro.
En Santos para destacar su paciencia para jugar de principio a fin, por entender cómo y por dónde debía llevar el partido. Marinho fue una de las grandes figuras, junto con el arquero Joao Paulo, pero en líneas generales todo el conjunto peixe no desentonó.
Cuando aún no se había cumplido el primer minuto de juego, el conjunto local avisó por intermedio de Marinho quien le robó la pelota a Fabra y remató cruzado. El palo ayudó al elenco visitante que se mostró llamativamente errático en los pases, siempre se dejó anticipar, y sin marca.
Apenas algún disparo desde media distancia del equipo de Russo, que se lo vio preocupado en el banco, sobre todo por las imprecisiones del Pulpo González y Toto Salvio, quienes perdieron muchas pelotas que propiciaron buenos contragolpes del Santos. Y en uno de ellos, tras una gran jugada colectiva, Pituca anotó a los 15 minutos. Con muy poco el Peixe se puso en ventaja y a partir de ahí, le cedió total terreno a su rival, que de a poco ajustó las marcas y empezó a tener más dominio de la pelota, aunque lejos estuvo de lastimar.
A los 22′, la primera gran oportunidad para Carlos Tevez, quien no pudo definir desde el punto penal un pase aéreo, pero el capitán se encontraba en posición adelantada. Diez minutos después, otra gran acción individual del Apache que terminó con una falta recibida, pero con el juez Wilmar Roldán dando la ley de la ventaja porque Sebastián Villa quedó en una inmejorable posición para definir. Sin embargo, su remate en la puerta del área salió apenas desviado.
Desde los pies del colombiano nuevamente avisó Boca, a los 39′, con un centro-tiro al arco que el arquero no quiso complicarse y manoteó al córner. A esta altura, el Xeneize ya mostraba indicios de merecer el gol. Pero en los minutos finales volvió a caer su juego y Santos casi lo aprovechó. Primero con un tiro libre potente de Marinho, a los 43′, que tapó de manera brillante Esteban Andrada, y acción siguiente un contraataque que finalizó con el disparo de Kaio Jorge, que salió apenas desviado.
Así se fueron al descanso, con Santos esperando y haciendo los deberes cómo se lo propuso desde el inicio y con Boca necesitando el gol de visitante para acceder a la final. Miguel Ángel Russo quedó obligado a apelar al banco de suplentes para cambiar la pobre imagen de un equipo que no pudo romper el buen cerco defensivo del rival cuando se lo propuso.
En el complemento, Russo apeló a dos cambios en busca de la reacción de Boca. Adentro Julio Buffarini y Nicolás Capaldo en lugar de Leonardo Jara y Pulpo González. Sin embargo, se topó con todo lo contrario. Un equipo totalmente estático y sin actitud. Para colmo de males, en solo seis minutos, Santos marcó dos goles más con tantos de Soteldo y Lucas Braga. A todo esto, a los 10′ Frank Fabra se fue expulsado por roja directa tras una entrada durísima a la panza de Marinho. Inentendible lo que hizo el colombiano, quien ya estaba estaba amonestado.
Miguel Russo mandó a la cancha a Ramón Ábila en lugar de Franco Soldano. Acto seguido, a los 14′, tuvo una triple oportunidad Boca para descontar pero increíblemente la pelota no entró. Salvio en dos oportunidades, la primera la atajó muy bien Joao Paulo, y en un verdadero flipper la pelota rebotó por todos lados. Wanchope intentó, pero también fue interceptado.
El entrenador de Boca dispuso del ingreso de Emmanuel Mas por Toto Salvio, para acomodar la defensa que quedó descompensada tras la expulsión de Fabra. Sin embargo, Santos se replegó y solo atinó a cortar cada avance del rival con faltas. En una de esas acciones de pelota parada, el Xeneize llevó peligro luego de que Izquierdoz bajara de cabeza la pelota al área chica, pero Capaldo llegó muy exigido y no pudo definir.
Cinco minutos después, el local realizó una buena maniobra colectiva y tras varios toques, Marinho definió apenas a un palo. Pudo ser el cuarto. A los 26′, un centro-tiro al arco de Sebastián Villa, que encontró una gran reacción del arquero Joao Paulo para manotear justo en la línea. De milagro Boca no convirtió.
Los últimos minutos de partido fueron intentos esporádicos de Boca, más con ímpetu que con inteligencia. Santos sólo se limitó a dejar correr el partido, para fortuna del Xeneize ya que pudo haber estirado aún más el marcador. Esteban Andrada tapó dos mano a mano bárbaros sobre el final, el primero a Madson y luego a Kaio Jorge, y así se terminó el encuentro con un contundente 3-0 para el local. De esta manera, el Peixe jugará la final con Palmeiras el 30 del corriente en el estadio Maracaná.