Dónde se encuentran los cinco tesoros más importantes de la carrera de Diego Armando Maradona

La cantidad de objetos simbólicos que acumuló Pelusa a lo largo de sus 21 años como jugador son innumerables

Si bien la mayoría forman parte del museo que les dejó a sus herederos y otros pocos desaparecieron, hay algunos especiales que están distribuidos por distintas partes del mundo.
Por Martín Luciano Insaurralde

Pasó un mes y todavía duele. La muerte de Diego Armando Maradona sigue siendo una espina clavada en el corazón de todos los hinchas del fútbol, que aún lloran la partida del mejor jugador de todos los tiempos. El Diez no solo dejó un legado lleno de gambetas, pases y goles que vivirán por siempre en la memoria y los archivos periodísticos, sino que también dejó toda una brillante carrera atrás que se refleja en los objetos más importantes que alguna vez usó y se encuentran repartidos por el mundo.

La cantidad de tesoros que acumuló Pelusa a lo largo de sus 21 años como jugador son innumerables. Y, por supuesto, la mayoría se encuentran todos juntos y forman parte del gran museo que alguna vez el astro de Villa Fiorito lució en su casa de Segurola y La Habana, en Buenos Aires. Aquel que su ex esposa Claudia Villafañe se encargó de cuidar y ordenar en el hogar familiar mientras Maradona transitó las etapas más oscuras de su vida y por el que hasta llegaron a iniciar enfrentarse en una causa judicial, que quedó extinta ante el fallecimiento del ex jugador. Allí, por ejemplo, se encontraban varios pares de botines que Diego utilizó -algunos de ellos casi deshechos por su antigüedad-, la camiseta número ’10′ de la Selección que usó en la final frente a Alemania y la medalla de campeón del Mundial de 1986, varias prendas del Napoli usadas en la conquista del primer y segundo Scudetto y cientos de casacas que intercambió con distintas estrellas mundiales cuando era profesional o las que le fueron obsequiando los cracks posteriores a su retiro. Todos quedaron en manos de su familia.

También hay ciertos valores de los que su paradero es desconocido o ya no se encuentran en este mundo, como la camiseta con la que un joven Maradona de apenas 15 años hizo su debut oficial con la número ‘16′ de Argentinos Juniors frente a Talleres, el 20 de octubre de 1976. Una gema de la que jamás se supo en manos de quién quedó. O tal es el caso del único Balón de Oro oficial que ganó Diego, no el que suele entregar la revista France Football sino el que le dieron por ser el mejor jugador de la Copa del Mundo de México. Ese premio ya no existe, desapareció en Italia cuando la camorra robó el Banco de la Provincia en Nápoles. Luego, se supo que el mismo fue fundido para vender el oro.

Sin embargo, hay perlas cuyas ubicaciones se conocen y son tan llamativas como las reliquias mismas. ¿Dónde están los objetos más importantes e icónicos de la carrera de Maradona?

1- La camiseta de La Mano de Dios y el Gol del Siglo:

La historia de la indumentaria con la que el seleccionado dirigido por Carlos Salvador Bilardo salió a jugar el 22 de junio de 1986 ya es una clásico: la negativa del plantel de utilizar la vestimenta suplente debido a su gruesa tela y el contraste con el calor mexicano; el oportunismo de un dirigente argentino para comprar unas similares en una tienda del Distrito Federal; el video de Burruchaga enseñando a las costureras que un día antes bordaron el escudo de la AFA y pintaron los números con brillantina plateada; y cómo un seleccionado salió a jugar con camisetas no oficiales una serie de cuartos de final de un Mundial. Todo tan delirante como real, pero con una certeza: esas casacas eran únicas, imposibles de imitar debido a que fueron confeccionadas a mano solo para el partido con Inglaterra.

Del 2-1 que dejó el resultado y de las dos conquistas más famosas de Maradona como La Mano de Dios y el Gol del Siglo tampoco hay mucho que agregar. Con apenas cuatro minutos de diferencia, el capitán de la Albiceleste logró darle la victoria de su equipo con dos jugadas que resaltan por su heterodoxia. Una mano pícara que provocó el reclamo ferviente de algunos y una obra de arte que dejó mudo a todos los presentes.

Fue así que, una vez finalizado el juego, Steve Hodge, quien fue titular en el elenco inglés con la camiseta 18, intercambió su remera con Maradona. Claro que, en ese entonces, el mediocampista debió soportar el señalamiento de sus compañeros en el vestuario y en el retorno a casa por haberse quedado con la camiseta de un “tramposo”, pero el tiempo le dio la razón.

Si bien la prenda es propiedad de Hodge, desde 2012 se encuentra exhibida en el Museo Nacional del Fútbol que está ubicado en la ciudad de Manchester, en suelo inglés. Con el paso de los años, el valor simbólico de esa camiseta 10 de un azul brillante creció. Lo mismo sucedió con su valor económico. Muchos estiman que esa casaca estaría valuada en más de 600.000 dólares, un costo que, en caso de que alguien la quisiera adquirir, la transformaría en la remera por la que más se pagaría en la historia, superando incluso a la que utilizó Pelé en la Copa del Mundo de 1970.

2- La última camiseta que usó como jugador del Napoli:

Tras conquistar dos Scudettos, una Copa UEFA, una Copa de Italia y una Supercopa italiana en siete temporadas, Maradona puso fin a su paso por el Napoli en 1991. Claro que el Diez no se despidió de la mejor manera, su salida de Italia estuvo marcada por un test positivo en cocaína y una suspensión de 15 meses.

El último partido de Diego con la camiseta del Gli Azzurri fue el 24 de marzo de aquel año, en una dura derrota por 4-1 frente a la Sampdoria (Pelusa marcó para su equipo de penal). Ese día, el Sur de Italia se quedó sin su Dios pagano, quien no visitó de celeste sino de rojo, debido a la indumentaria visitante que disponía el club en esa temporada.

En una entrevista con el Corriere dello Sport, Roberto Mancini, multicampeón con Sampdoria y Lazio y actual entrenador de la Selección de Italia, reveló que es la persona que atesora la última casaca utilizada por el mejor jugador de todos los tiempos en su paso por Nápoles.

“Nunca olvidaré un día tan emocionante, especialmente ahora. Ese domingo llegó Maradona al vestuario y yo no había marcado pero me regaló su camiseta. La última del Napoli”, confesó el estratega de 56 años. Y luego, añadió: “De inmediato escribió una dedicatoria para mi hijo Filippo. Aún la guardo con orgullo y pasión”. Mancini ese día fue titular en el equipo ganador.

3- Los últimos botines que usó en Boca:

Un sello distintivo del Diez a lo largo de su carrera deportiva -y de su vida también- fueron los botines con los que salía a jugar, ya sea una final del mundo con la Selección o un picadito con sus amigos en cualquier rincón del planeta. Es que a principio de los ‘80, la firma Puma le ofreció un contrato vitalicio al entonces jugador del Barcelona y sus botas se volvieron casi una parte más de su anatomía.

Alguna vez el propio Maradona contó que le gustaba pedirle a la empresa alemana varios pares, de a diez, veinte o hasta cuarenta calzados, con la intención de encontrar el que mejor se ajustaba a sus pies talle 39 y así tener más control a la hora de dominar y patear la pelota. Esto hace pensar que Pelusa habrá tenido en su poder centenares o hasta miles de zapatos deportivos, aunque siempre el mismo modelo: los Borussia negros con los detalles en blanco.

Sin embargo, solo un par fue el que Diego utilizó por última vez como futbolista profesional. Esos botines con los que disputó el Superclásico con la camiseta de Boca el 25 de octubre de 1997, cuando decidió -jamás mejor dicho- colgarlos después del triunfo 2-1 frente a River en el Monumental. Y tras casi dos años de tenerlos con él, una noche de mayo de 1999, el mejor jugador de todos los tiempos decidió obsequiarlos.

Aquel día, después de lo que también fue una victoria del Xeneize por 2-1 ante el Millonario, Maradona cumplió su promesa con la banda Los Piojos y fue a presenciar su show en el estadio Obras. Esa velada, el campeón del mundo subió al escenario a cantar con los artistas y colgó el souvenir en el pie del micrófono. Allí, entonó la canción “Maradó”, esa que había escrito el líder del grupo Andrés Ciro Martínez en 1996 para su ídolo y cuya intro reza:

Dicen que escapó de un sueño,

En casi, su mejor gambeta.

Que ni los sueños respeta,

Tan lleno va de coraje,

Sin demasiado ropaje,

Y sin ninguna careta.

Dicen que escapó este mozo

Del sueño de los sin jeta.

Que a los poderosos reta

Y ataca a los más villanos,

Sin más armas en la mano,

Que un “diez”, en la camiseta.

Una vez culminado el recital, el vocalista fue quien se llevó el valioso premio a su casa. Quizás un gesto que tuvo Diego para devolverle el regalo de la melodía con su nombre, aunque seguramente esos botines valiesen más que las regalías de “Fasolita” y “El farolito” juntas.

4- La camiseta del campeonato obtenido con Boca en 1981:

“Gracias Diego por estar presente y ser eterno”, escribió en sus redes sociales Carlos Tevez luego de convertir el gol del triunfo para Boca frente a Inter de Porto Alegre en Copa Libertadores. Aquella noche en el Estadio Beira Río, el Apache salió a jugar con una camiseta retro del Xeneize para homenajear a Maradona tras su muerte. Cuando anotó y realizó el tributo, no había dudas que se trataba del modelo marca Adidas que el elenco de la Ribera había utilizado en el Metropolitano de 1981, único título que el Diez sumó con el club de sus amores.

Claro que una vez finalizado el partido, el actual capitán del elenco de la Ribera reveló la historia detrás de la casaca. “Siempre lo volví loco para que me de la camiseta del 81. Primero, me dio la camiseta Olan (la de su vuelta a Boca en 1995), que también la tengo. Después, me terminó dando la del 81, que para mí es la mejor. Y bueno, hoy decidí usarla en homenaje a él”, detalló.

Fue ahí que no solo sorprendió que la camiseta fuese una original usada por Maradona en su primera etapa en Boca, sino que sea la que vistió el el 10 de abril del 81, por la décima jornada del Metro 81, cuando derrotó a River por 3-0 en la Bombonera con un doblete de Miguel Brindisi y otro suyo. Ese tanto es uno de los más recordados de su carrera por la espectacularidad de sus gambetas, el barro en el campo de juego y el hecho de haber dejado arrastrándose al Pato Fillol antes de definir. Este hecho, convierte a la prenda, sin dudas, en la más valioso que el Diez usó con los colores azul y oro.

“Tenía decidido usarla. Cuando me la puse entró algo a mi cuerpo que no puedo explicar. La camiseta, la historia, todo junto. Salí tranquilo a jugar porque sabía que un gol iba a meter”, resaltó Carlitos después del encuentro disputado en Brasil, deslizando que el destino -o una fuerza mayor- lo ayudó a poder rendirle memoria a quien fue su ídolo y amigo.

5- La camiseta del repechaje con Australia para el Mundial 1994:

La relación forjada entre Maradona y Fidel Castro es digna de una canción, un libro o hasta de una serie. Desde el primer encuentro en 1987, el astro del fútbol mundial y el Comandante sellaron una amistad basada en la admiración y el respeto que tenían cada uno por el otro.

Y si bien Diego disfrutó de varios obsequios por parte del Presidente de Cuba como su gorra autografiada, una carta escrita de puño y letra por el propio Fidel o hasta los años que le permitió residir en la isla caribeña para tratar sus problemas de adicción, el mejor jugador de todos los tiempos también le hizo un regalo muy importante y significativo: una de las camisetas que usó en la serie de repechaje ante Australia para el Mundial de 1994.

Para ese entonces, el cariño entre el Comandante y Pelusa era mutuo. Maradona ya le había enviado una casaca de Newell’s, con dedicatoria incluida, a Fidel en 1993, cuando todavía era jugador de la Lepra. Esa joya, el mandatario decidió donarla al Museo Nacional del Deporte, para que todo el pueblo cubano pudiera apreciar semejante reliquia. Fue así que, un año después y tras ser suspendido y expulsado de la Copa del Mundo por doping, el Diez le envió -por medio del periodista Daniel Van Der Beken- la prenda albiceleste que había marcado su retorno al seleccionado de Alfio Basile y con la que tuvo una gran performance para clasificar a la Argentina.

Claro que la casaca no viajó sola, la misma fue acompañada de un mensaje escrito por Diego en el que le prometía a Fidel que viajaría a Cuba para pasar allí las Fiestas. De esta manera, Pelusa cumplió y recibió el 1995 en el Caribe, con una visita de Castro de por medio y hasta se dio el lujo de llevar algunos amigos como Claudio el Turco García y Ricardo Darín.

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