Schwartzman (6º preclasificado) se medirá ahora ante el ruso Daniil Medvedev (3º), que superó al australiano Alex De Miñaur (16º) por 5-7, 6-2 y 6-2.
Pensando en Londres, el Peque se asegurará el objetivo nunca antes concretado de entrar en la última cita del año si llega a las semifinales en Francia o si el español Pablo Carreño Busta no conquista el título en el certamen bajo techo y sobre superficie dura en el Palais Omnisports. Es decir, está a solo un partido de conseguir su gran meta del año.
El partido
El Peque tuvo un trabajoso primer game de partido, pero salió a flote después de evitar ser quebrado en su servicio en cuatro oportunidades. Y no solo eso: pudo romper el saque del español de 21 años en el segundo game, con lo que logró un primer impulso y una dosis de confianza. Al fin y al cabo, lo que le ocurrió en el capítulo inicial sería el único obstáculo que tendría en el encuentro, que pudo resolver en apenas una hora en total.
Cada vez más sólido, también doblegó a Davidovich Fokina en el sexto game del match, con lo que se colocó 5-1, para luego rematar el primer parcial y llevárselo 6-1 en 33 minutos. Fue un primer set curioso, porque el primer game demandó 14 puntos y en el resto de aquel set inaugural se disputaron otros 23.
La tendencia favorable continuó para el jugador formado en el Náutico Hacoaj; tanto es así que logró dos primeros quiebres consecutivos ante un rival que solo sumaba frustración. La firmeza del Peque, con cambios constantes de direcciones y velocidades, logró desdibujar punto a punto al malagueño, sin reacción y que hasta parecía cansado. Claro: también le pesaba aquel increíble partido que se le había escapado hace unas semanas en Colonia, cuando estaba 6-2 y 5-2 arriba y el Peque se lo dio vuelta.
Finalmente, siempre acompañado por la solidez y con la colaboración de Davidovich-Fokina, que dio poca lucha, Schwartzman terminó ganando un partido que representó un alivio, porque llegará fresco a los cuartos de final. «No era el partido que esperaba jugar hoy, pensé que iba a ser muy difícil y cerrado. Dos semanas atrás estuvo muy cerca de ganarme, pero hoy moví muy bien la pelota, varié mucho y ésa fue una de las claves», mencionó el Nº 9 del ranking mundial.
Medvedev, en tanto, habló sobre el gran momento de Schwartzman («Su juego está en llamas») y bromeó: «Está sacando muy bien sin ser tan alto como John Isner».