«Estoy más tranquilo, ahora hay que esperar la sentencia», había manifestado Pablo Esser a principios de mayo, cuando se presentó a declarar en la Fiscalía Federal de Villa María ante el tribunal que preside el juez Jaime Díaz Gavier y que tiene como fiscal general a Maximiliano Hairabedian.
Sin embargo, el Tribunal Oral 1 de Córdoba condenó al ex presidente de Sportivo Belgrano a cuatro años de prisión efectiva luego de que la investigación realizada lo encontrara como partícipe secundario de una red organizada de venta de drogas y lavado de dinero que lideraba el jefe de la barra Braian Requena, a quien le dieron ochos años.
Un hecho histórico en el fútbol argentino, por ser el primer presidente de un club argentino en ser condenado por mantener vínculos con la barra y su posterior comprobación de culpabilidad.
Esser atravesaba su segundo período como máximo dirigente del club cordobés, luego del primer mandato entre 2003 y 2007, y había sido campeón de la liga cordobesa como futbolista en los años noventa, pero todo ese prestigio ganado parece haberlo perdido en un instante.
Luis María Viaut fue el fiscal que comenzó en 2018 a investigar sobre una asociación ilícita de venta de estupefacientes que involucraba a Requena y, sobre la marcha, descubrió que Esser, quien es dueño de una financiera, era el que aportaba el financiamiento.
Lo que complicó su situación, yendo estrictamente a lo sucedido, fue que se demostró que el presidente era quien le vendía al capobarra los dólares que éste utilizaba para cambiarlos por droga, mientras que el resto de los integrantes de la barra se encargaban de la entrega, distribución y/o comercialización.
Según detalló Gustavo Grabia, periodista especializado en la violencia en el fútbol, Requena pasó de vivir en una propiedad prestada a comprarse siete casas que puso a nombre de testaferros, una de ellas de dos pisos con una pileta de dimensiones muy importantes, con jacuzzi al aire libre y un campo con muchos caballos. Además, le secuestraron una camioneta y un auto de alta gama.
Si bien no es correcto poner a todos dentro de la misma bolsa, como se dice coloquialmente, los vínculos de dirigentes con los barrabravas de sus respectivos clubes son moneda corriente en el fútbol argentino y para nada llama la atención. Pero, lo que es histórico es la condena: Esser es el primer presidente condenado en la historia del fútbol argentino por vínculos con la barra.
En River, por citar un ejemplo, aún continúa en Tribunales la causa que une al ex-presidente Daniel Passarella con Los Borrachos del Tablón, del mismo modo que en Independiente, más cerca en el tiempo, aún no hay resolución sobre los juicios que tienen a Pablo Bebote Álvarez y al Secretario General HectorYoyo Maldonado.
De todos modos, lo que se destaca en el caso de Sportivo Belgrano es que efectivamente se condene a los implicados y no quede en la nada como sucedió en muchas oportunidades. Además, se espera que siente un precedente para modificar este tipo de acciones a futuro.