Silvio Romero (al igual que en la ida) celebró para el Rojo. Leonardo Heredia anotó para el dueño de casa.
Tras un inicio del Decano con agresividad plena en pos de equilibrar la serie, Independiente comenzó a encontrar espacios para lastimar. Y, a los 20 minutos, dos cabezazos en el área fue gol: Silvio Romero firmó el 1-0 que le dio tranquilidad a los orientados por Lucas Pusineri. Sin embargo, a los 40, el Decano hizo pesar su potencia ofensiva. Luciano Fabián Monzón trepó por el carril derecho, envió el centro al corazón del área y Heredia, de cabeza, puso el 1-1.
El Rojo contó con mejores chances para anotar de contra: el Laucha Lucchetti se erigió como figura del primer tiempo ahogando los gritos de Silvio Romero y Domingo Blanco.
En la segunda etapa, Ricardo Zielinski puso el corazón en el campo. Sabiendo que necesitaba dos conquistas para avanzar de fase, ya en el entretiempo puso a Augusto Lotti (delantero) por Franco Mussis (volante tapón). Y luego apostó con el Chavo Alustiza (otro punta) por Pichi Erbes. Así los tucumanos encerraron por largos tramos del complemento a los Diablos en su área. Con acciones directas y centros, sí, pero así y todo le dieron mucho trabajo a Sebastián Sosa, quien se destacó como en el primer cruce.
Independiente también contó con posibilidades de rematar la serie anticipadamente. Martínez pegó un tiro libre en el palo y Silvio Romero y Soñora, en sendas corridas solitarias, no estuvieron precisos ante el arco.
Pero el marcador no varió. E Independiente rubricó un interesante reinicio de actividad tras el parate por la pandemia de coronavirus, dado que por la Copa de la Liga Profesional derrotó 1-0 a Central Córdoba en Santiago del Estero. En la próxima fase lo espera Fénix de Uruguay, que superó a Huachipato, de Chile.
Y la Copa Sudamericana se tiñó de celeste y blanco, ya que hay cinco representantes argentinos en octavos de final. Se trata del Rojo, Defensa y Justicia, Lanús, Unión y Vélez.
