El primer llamado de atención lo tuvo en octavos de final de la Copa Sudamericana contra Universidad Católica de Chile. El rojo se impuso por la mínima en la ida, pero perdió en la vuelta por 3 a 2, aunque gracias a los goles de visitante, consiguió el pase a cuartos.
Sin embargo, el ‘Rojo’ no jugó bien y puso en riesgo su clasificación. Luego alternó buenas y malas, le ganó a Defensa y Colón por la Superliga pero perdió con Estudiantes y Patronato.En cuartos de final del torneo continental, jugó contra Independiente del Valle, ganó como local por 2-1 y perdió de visitante por 1-0, esta vez, los goles de visitante le jugaron un mala pasada y la primera mini crisis desde la llegada del entrenador.
Esta crisis se agudizó cuando tras ir ganando por 2 a 0 ante Lanús, su equipo perdió dos puntos fundamentales y generó mal estar dentro del plantel con una reacción desmedida de Pablo Pérez.En este contexto, la Copa Argentina surge como un oasis en el desierto que es hoy el presente de Independiente. El torneo más federal del país, le otorga al campeón un lugar en la próxima Copa Libertadores, boleto que el Rojo aún no pudo conseguir.
Del otro lado estará Defensa y Justicia, equipo al que Beccacece supo llevar recientemente a lo más alto del futbol argentino. Aunque, desde su salida, el Halcón no consiguió los mismos resultados y es hoy un equipo mucho más débil que el de la temporada pasada.Un mal resultado para Independiente, puede poner en jaque al entrenador que desde su llegada no pudo imponer una idea de juego, que es mirado de reojo por los hinchas y que además, empieza a tener ciertos inconvenientes en el seno del plantel.
