La asamblea, celebrada en medio de la presión del Gobierno de Javier Milei y de un intento fallido de la Inspección General de Justicia (IGJ) de suspender el evento, también determinó otras decisiones clave para el futuro del fútbol argentino.
Entre las resoluciones más destacadas, la AFA aprobó modificar su razón social, trasladándola a la provincia de Buenos Aires. Esta movida la coloca bajo la jurisdicción de la Dirección de Personas Jurídicas, gobernada por el peronista Áxel Kicillof, con quien Tapia mantiene una buena relación, alejándose del control de la IGJ. Además, se amplió de cuatro a cinco el número máximo de mandatos presidenciales consecutivos y se eliminó el descenso en la Primera División para la temporada actual.
Otro de los anuncios importantes fue la incorporación de Juan Román Riquelme, presidente de Boca Juniors, como vicepresidente del nuevo Comité Ejecutivo de la AFA.
Estas medidas no están exentas de polémica. La AFA aún debe enfrentar la decisión de la Cámara de Apelaciones en lo Civil de la Ciudad de Buenos Aires, donde apeló la resolución de la IGJ, que cuestionaba, entre otras cosas, el adelantamiento de las elecciones, originalmente previstas para 2025.
La reelección de Tapia y las recientes decisiones de la AFA se producen en un contexto de creciente tensión entre la institución y el Gobierno de Milei. El Ejecutivo busca la entrada de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el fútbol argentino, una medida impulsada por decreto y apoyada por el expresidente Mauricio Macri. Sin embargo, esta propuesta choca con los estatutos de la AFA, que, con el respaldo de la FIFA y la Conmebol, advirtió que podría haber sanciones para Argentina si se persiste en esta iniciativa.