De cara al desarrollo del juego, todo fue muy parejo hasta los 18 minutos del complemento. Ambos habían tenido ocasiones de gol, y la primera etapa fue dominada mitad por uno mitad por otro. Pero pasados los 15’ del segundo tiempo, Juan Pablo Córdoba se tiró de forma imprudente ante Claudio Pombo y vio la roja. Justa y bien sacada la tarjeta.
A partir de ese momento, Chacarita entendió lo que debía hacer. De a poco creció en el juego, y tras una excelente jugada de Matías Pisano, por lejos el mejor futbolista de la cancha, quien sacó un zurdazo que tapó el arquero Sosa, Pombo capturó el remate y de primera definió de gran manera.
Es cierto, luego de la ventaja, el Funebrero se quedó. Le faltó profundidad en ataque. Sacando de lado buenas combinaciones entre los ya mencionados Pisano, Pombo, y sumando a Coquito Rodríguez, los demás quedaron en deuda. Esto provocó que el Lobo, pese a estar en desventaja numérica, se anime.
Pero sin embargo siempre se encontró con un gran Marino Arzamendia en el arco del conjunto de San Martín. El paraguayo siempre se mostró seguro, cortó buenos centros y hasta tuvo sus atajadas, principalmente en los primeros 45 minutos.
Finalizando el partido, Diego López le metió un planchazo en el gemelo a Matías Rodríguez que fue de expulsión y así lo determinó el árbitro del encuentro, Brian Ferreyra. Pero incluso con nueve, Gimnasia de Jujuy apretó hasta el final. Para bien de Chaca, el empate no llegó.
Entender y aprovechar es muy importante
En síntesis, los de Aníbal Biggeri ganaron porque aprovecharon los horrores del rival. A un equipo como Chacarita no lo podes perdonar y mucho menos darle ventajas. Dos expulsados es una cosa a reveer. Al Funebrero le faltó liquidar el encuentro. Terminó sufriendo y eso no era necesario.
Pero los tres puntos se fueron para San Martín. Chaca alcanzó los 26 puntos e igualó a Ferro, el último que está entrando al Reducido en la Zona A. Oeste está arriba por la diferencia de gol. Por su parte el conjunto de Matías Módolo quedó en el puesto 12 de la tabla.
Lucas Capano