Los análisis de Miguel Ángel Russo y Carlos Tevez tuvieron en cuenta las dificultades para quebrar la solidez del equipo paulista.
«No fue el partido deseado, pero sabemos cómo son esta clase de encuentros. Hay que estar tranquilos», reflexionó con su habitual mesura el director técnico de Boca.
Russo señaló como falencia la incapacidad «para cambiar el ritmo. Costó el partido, se hizo muy lento, el rival vino a hacer su negocio». También indicó que con la entrada de Edwin Cardona por el «Pulpo» González intentó tener «más control de la pelota y precisión». No dio ninguna precisión sobre si el lesionado Jorman Campuzano llegará en condiciones para el desquite.
Del lado de Santos, su entrenador, Cuca, se quejó que un foul de Carlos Izquierdoz sobre Marinho, aun siendo revisado por el VAR, no haya sido castigado con un penal: «Me sentiría cerca de la final si hubiéramos ganado. Vinimos a ganar, con cuatro delanteros y soltando los flancos. Jugamos un poco mejor que Boca, no fue fácil. Hubo una jugada decisiva, un penal no cobrado, sobre Marinho. Pudo haber decidido el partido a nuestro favor».
Incluso, un par de horas más tarde las cuentas oficiales de Santos informaron que el club eleverá una nota ante la Conmebol «para expresar su insatisfacción por la actuación» de los árbitros del VAR durante el partido, e ilustró el comunicado con una imagen de Marinho caído al lado de Izquierdoz.
Un tercio de los nueve remates de Boca salieron de los pies de Tevez. Ninguno fue al arco, síntoma de lo le costó ofensivamente al equipo de Miguel Ángel Russo. En un desarrollo cerrado, ante un Santos ordenado, que cerró bien los espacios en su campo, el Apache intervino en las pocas situaciones que creó Boca.
Con la experiencia que le da su trayectoria, Tevez analizó las claves del 0-0: «Fue un partido trabado, difícil. Una semifinal de Copa Libertadores. Ellos hicieron marca personal, vinieron con un planteo defensivo y no pudimos romper el cero. Fue muy difícil entrarles, salvo cuando le cortábamos la salida y podíamos armar un contraataque».
Queda la revancha en Vila Belmiro, donde Santos está invicto en esta copa, con cuatro triunfos y un empate. Solo le convirtieron dos goles; uno lo marcó Defensa y Justicia, que perdió 2-1, y el otro fue el de descuento de Gremio, que cayó 4-1 en los cuartos de final.
De visitante, Boca podría encontrar más espacios para desplegar una de sus principales armas: el contraataque. Tevez ya empieza a visualizar el encuentro del próximo miércoles: «Santos no nos llegó. La serie está abierta; lo importante es que no nos convirtieron.Vamos tranquilos a Brasil, ellos van a salir a atacarnos y nosotros les podemos hacer daño».
Franco Soldano, que volvió a hacer un trabajo sacrificado fuera del área y fue reemplazado por Ramón Ábila sin haber rematado al arco, consideró que «el empate fue justo». El centro-delantero estimó que Boca, en la Bombonera, siente más que otros equipos la falta de público: «Todos los equipos lo padecen, pero nosotros más, porque sabemos la incidencia del aliento de los hinchas».
Más tarde, cuando los ecos de lla Bombonera ya se habían apagado, llegó la última noticia del partido, pero ya muy lejos del lugar. Santos informó que el ómnibus había sido apedreado al llegar al hotel donde se hospedó. Por fortuna, nadie fue lastimado. Un triste final para un partido pobre.