A los 5 minutos, Campuzano le dio un pase comprometido a Andrada, que logró despejar con los pies. Poco después Borré fue el responsable del primer remate al arco, pero se fue por arriba del travesaño.
La presión de River era evidente. A los 8, una buena jugada por derecha terminó con el disparo final de Carrascal que se fue por arriba del travesaño.
En los primeros 20 todo era del equipo conducido por Marcelo Gallardo. En una contra, Suárez se la bajó de cabeza a De la Cruz, que se encontró de pronto con una salida inesperada y apresurada de Andrada. El uruguayo le apuntó al arco desde 25 metros, y Lisandro López logró despejar a tiempo, con una chilena improvisada en la puerta del área chica.
Se anima Boca
Recién a los 32 minutos Boca se animó a pisar el área de River en serio. Después de una buena rotación del balón por derecha, un centro rasante de Capaldo llegó a los pies de Villa, que en la puerta del área metió el estiletazo para el ingreso de Tevez. La pelota se fue un poco larga y Armani logró controlar sin sobresaltos.
La tendencia se confirmó tres minutos después. Otra vez la fórmula del centro rasante de Capaldo desde la derecha esta vez llegó a los pies de Maroni, hasta entonces casi sin vincularse con la pelota. El cordobés se alejó físicamente del área, pero engañó a toda la defensa de River con un pase de cachetada hacia el ingreso de Fabra por izquierda. Sin perder tiempo, el colombiano mandó el centro que Tevez conectó de primera en el área chica. Era gol. Pero Armani estiró toda su humanidad y pudo evitar el 1 a 0.
Boca olió sangre y no perdonó. A los 39, Tevez recibió de Capaldo y habilitó de taco a Capaldo. El chico, con una actuación de menor a mayor en su rol de lateral derecho con proyección, entró al área y Paulo Díaz lo derribó desde atrás. El árbitro Facundo Tello marcó penal y Villa lo cambió por gol.
En esa primera etapa hubo un muy buen trabajo del Apache. Activo, atento y muy lúcido, el capitán de Boca absorbió la presión con toda su experiencia. Otro punto alto del local fue el chico Cristian Medina en el mediocampo. Del lado de River la presencia de Maidana y Enzo Pérez sostuvieron la columna vertebral roja y blanca.
El inicio de la segunda parte fue el esperado. River salió a buscar la igualdad, y el xeneize se paró de contra. Y así tuvo la chance del segundo enseguida. A los dos minutos, Andrada descolgó un centro y salió rápido con Fabra, que trasladó la pelota 60 metros antes de cedérsela a Tevez. El Apache hizo la pausa justa antes de habilitar a Maroni, que ingresó por derecha con ganas de celebrar. Pero le pegó mal a la pelota, que se fue afuera por varios metros.
River exhibió, una vez más, desacoples en su última línea. Y entonces Boca se encontró con chances que no pudo concretar. En el primer cuarto de hora pudo anotar Villa, con un remate desde la puerta del área que fue bloqueado a tiempo, más tarde Fabra, que ingresó a toda velocidad por izquierda pero no llegó a rematar al arco, y Tevez, luego de una buena jugada colectiva que terminó con tres salvadas seguidas de Armani: primero al Apache, luego a Villa y finalmente a Maroni, a un metro de la línea de gol. En esa acción debió ser amonestado el arquero millonario, que después de alejar el balón le puso la mano en la cara al volante xeneize.
River lo equilibra
El equipo de Russo terminó siendo víctima de una máxima del fútbol: los goles que no se convierten en un arco, se padecen en el propio. A los 21, un centro desde la izquierda de Angileri fue conectado por Palavecino, que de cabeza selló el 1 a 1.
Fue el peor minuto de Boca. Porque un instante después de sacar del medio, Zambrano cometió una infracción, recibió su segunda tarjeta amarilla y se fue a las duchas, expulsado.
La balanza volvió a inclinarse para el lado de los de Núñez. Entonados por la igualdad y el hombre de más, River fue a buscar el segundo. Y estuvo a punto de encontrarlo a los 29, con un fuerte remate de Angileri, que Andrada logró desviar con la punta de sus dedos.
Para tranquilidad de Boca, Milton Casco decidió equilibrarlo todo. El lateral llegó tarde a una innecesaria búsqueda aérea de una pelota que Fabra ya había ganado, y como estaba amonestado vio la roja. Diez contra diez, con 10 minutos por jugarse en el reloj.
A los 43 minutos se paralizaron los corazones. Un centro que parecía sencillo para Andrada terminó con un error de cálculo del arquero de Boca, que vio como la pelota le pasó por al lado de su mano derecha antes de picar dos veces paralela a la línea de gol. El mendocino logró recuperarse a tiempo para, favorecido por el pique, evitar el agónico 2 a 1 millonario.