Boca superó a River en los penales y avanzó a semifinales de la Copa Liga

Rossi atajó dos y fue la figura de la definición; Tevez y Álvarez marcaron los goles; el pibe Díaz le sacó dos mano a mano al Apache y un penal a Cardona, que la quiso picar

Boca venció 4 a 2 a River por penales y se dio el gran gusto de eliminar por primera vez al equipo dirigido por Marcelo Gallardo.

Y en las semifinales de la Copa de la Liga enfrentará a Racing, el próximo fin de semana en San Juan.

Agustín Rossi fue la gran figura de la definición, al desviar los remates de Angileri y Ponzio. Para el Xeneize anotaron Tevez, Villa, Izquierdoz y Buffarini. Increíblemente, Cardona quiso picarla y el debutante arquero Leo Díaz pudo contenerlo.

El partido fue muy intenso, terminó 1 a 1 y tuvo un final emocionante, donde los dos dejaron todo por ganarlo en los 90. Carlos Tevez abrió la cuenta a los 10 minutos y Julián Álvarez lo empató a los 23 del complemento.

El 1 a 0 activó un Superclásico que comenzó tenso y con poca intensidad de la mitad de la cancha en adelante. Ese primer tanto se dio tras una jugada donde Medina se desmarcó por la derecha y envió el centro al medio del área. El Apache, con una clara falta previa sobre Jonatan Maidana, conectó el balón con su cabeza y con parte de su hombre, y la colocó lejos de la estirada del debutante Díaz.

Con ese gol, Boca frenó en 385 los minutos que llevaba sin anotar. El último lo había marcado Izquierdoz, a los 30m del ST del partido contra Lanús. Luego, tres 0-1 (Barcelona, Patronato y Santos).

El conjunto Xeneize no sabía cómo definirlo, malogró varias ocasiones. Y entonces, ocurrió lo que podía suceder. A los 23, Galván recibió entre los volantes de Boca y abrió para Angileri. En el segundo palo, Julián Álvarez, de cabeza, marcó el 1 a 1.

El 1 a 0 se había convertido en la llave que abrió el partido. Había sido un comienzo desprolijo. Nervioso. Tenso. A los 10 segundos, el chico Díaz tocó por primera vez el balón. Tras un pase atrás de Maidana, el juvenil le dio un fuerte derechazo que se fue por arriba de la zona de los bancos de suplentes.

Al minuto, Boca tuvo un tiro libre interesante sobre la izquierda. pero el centro de Pavón al área quedó demasiado corto. A los 3, Izquierdoz quiso salir jugando y se le escapó al corner. Al menos en esos primeros minutos, los más atentos fueron Villa y Carrascal. A Pavón le costó empezar a mostrarse y los integrantes de la MVA /Medina, Varela y Almendra) recién pudieron acomodarse poco antes de la apertura del marcador.

Solo tres minutos más tarde del tanto de Tevez, Villa tuvo el segundo. pero su remate se fue alto. Enfrente, River acusó recibo y se adelantó en el campo para buscar rápido la igualdad.

La conexión de juego que habitualmente exhibe el equipo dirigido por Marcelo Gallardo chocó en la primera parte con una defensa boquense muy atenta. Con Izquierdoz y Rojo como centrales, pero también con buenos repliegues de Buffarini y de Fabra. Los intentos de Carrascal y la frescura de Julián Álvarez llegaron hasta la medialuna del área y estuvieron lejos de inquietar a Rossi.

Aun con lagunas, el hombre más peligroso de River fue, en la primera etapa, Carrascal. Lúcido, rápido, gambeteador, el número 10 fue el que buscó desestabilizar la firme última línea azul y oro, aunque en el complemento su tarea se desdibujó, pasó desapercibido y fue reemplazado a los 20. El conjunto de Núñez se apropió del balón, sobre todo en los últimos 15. Tras esas dos situaciones claras, Angileri tuvo la gran chance de tiro libre. Pero también se fue apenas alto, ante la atenta mirada de Rossi.

En esos primeros 45, hubo solo una acción real de peligro en el arco local. A los 35, un centro cruzado de Angileri atravesó toda el área chica, Rossi le pifió con el puñetazo y Fabra evitó que la pelota entre al arco tras el remate de Montiel. De ese corner, una palomita de Maidana se fue un metro arriba del travesaño.

Con el correr de los minutos, Tevez se fue convirtiendo en un figura importante para Boca y muy incómoda para River. La experiencia del Apache fue foco de atención constante para toda la última línea, en particular Maidana, con quien tuvo un duelo especial en varias pelotas divididas, sobre todo tras la jugada previa al 1 a 0. Inteligente, fue el responsable de enfriar el partido cuando el Millonario mejor parado estuvo.

En ese contexto de claro dominio millonario, fue precisamente Tevez el que fabricó una falta que Ponzio cometió cerca del área rival. El remate de Villa se fue besando el palo derecho del arquero. pasó tan cerca que hasta Russo lo gritó…

El cierre de la primera etapa fue de gran intensidad. Con River merodeando el 1 a 1, y con Boca disimulando el dominio de su rival desde los 30 en adelante.

Un segundo tiempo emotivo

En el inicio del primer tiempo, el desarrollo ingresó en una meseta. Lejos de las áreas, la pelota se la repartieron en el mediocampo.

La primera clara estuvo en los pies de Tevez. Después de un pase de primera de Pavón, el Apache sacó un fuerte remate desde la medialuna del área que fue muy bien desviado por Díaz. El corner posterior terminó con un cabezazo cruzado de Izquierdoz que se fue apenas afuera junto al poste derecho.

Jugado en ataque, River comenzó a caminar por la cornisa desde los 7 minutos. En un lapso de tres minutos, primero hubo un pase largo de Villa no fue bien aprovechado por Pavón. Más tarde, Ponzio interceptó un intento de Varela con Tevez. Y luego Angileri pellizcó con lo justo un intento de desborde de Pavón.

A los 13, Maidana debió haberse ido expulsado. En el mediocampo, y sin ninguna intención de disputar el balón, el defensor le pegó un puntapié en la rodilla derecha del 10 de Boca. Tello, de flojo arbitraje y quizás condicionado por aquel error que cometió en la jugad aprevia al 1 a 0 (precisamente con los mismos protagonistas) optó por la amonestación.

Después de ese primer sofocón, Boca se adelantó en el campo y comenzó a jugar lejos de Rossi. Sin embargo, la imposibilidad de definir el pleito con un tanto más dejaba el partido demasiado abierto, con más de 30 minutos por jugarse.

Tuvo más ocasiones el Xeneize. la más clara fue a los 21, cuando Tevez quedó mano a mano con Díaz. Pero el pibe volvió a ganarle en el mano a mano.

Y entonces, ocurrió lo que podía suceder. A los 23, Galván recibió entre los volantes de Boca y abrió para Angileri. En el segundo palo, Julián Álvarez, de cabeza, marcó el 1 a 1.

Los 10 minutos posteriores a la igualdad fueron de una confusión total para Boca. De pronto, los nubarrones de todas las recientes eliminaciones ante River se posaron sobre la Bombonera. El muy buen ingreso de Beltrán activó a los de Núñez.

A los 35, el partido ingresó en el terreno más complejo, donde cualquier error se pagaba con el tanto rival y la eliminación. Pero ninguno se guardó nada. En la Bombonera nadie especuló con los penales. River, guapo, siguió insistiendo. Boca, aun fastidiado por las oportunidades desaprovechadas, también. Y entonces, el final fue dramático.

Como en tantas otras ocasiones, el Xeneize cedió el mediocampo. Su plan de acción se limitó a defender con firmeza y atacar con velocidad. De un área a otra. El Millonario, paciente, toqueteó de un costado a otro en busca del gol.

Entonces, a los 40 se dio otra gran chance para Boca. Cardona la tiró larga para que Pavón desborde y mande el centro para Tevez. El Apache, remató a contrapié de Díaz, pero el joven arquero volvió a ahogarle el grito al ídolo.

En el balance, fue tal la paridad, que estuvo bien que el partido se definiera por penales. La búsqueda de ambos por ganarlo tuvo ese premio.

Un partido desvirtuado

Esta edición del Superclásico se dio en un contexto raro. Inédito. Absurdo. Desvirtuado por el contagio masivo de Coronavirus que sufrió el plantel de River durante el sábado previo, y que provocó 15 bajas, de las cuales seis iban a ser titulares: Franco Armani, Paulo Díaz, Nicolás De la Cruz, Agustín Palavecino, Rafael Santos Borré y Matías Suárez. Los otros son Germán Lux, Enrique Bologna, Franco Petroli, Robert Rojas, Bruno Zuculini, Tomás Castro Ponce, Santiago Simón, Agustín Palavecino, Federico Girotti y Benjamín Rollheiser.

Lo más llamativo ante ese imponderable, consecuencia directa de que la pelota siga rodando en pandemia, fue el debut absoluto de Alan Díaz, quien ni siquiera es el arquero titular de la reserva millonaria. El chico, de 21 años, le sacó tres pelotas de gol a Tevez y fue una de las figuras.

El ganador de esta llave enfrentará en semifinales a Racing, que en el primer turno derrotó a Vélez por penales (4-2), después de igualar sin goles en los 90 minutos reglamentarios.

Sin embargo, antes de ese encuentro, que otorgará uno de los dos pasajes a la final de la Copa de la Liga, tanto Boca como Racing tendrán acción en la Libertadores. El Xeneize recibirá a Barcelona de Guayaquil, el jueves en la Bombonera, mientras que dos días antes los de Avellaneda visitarán a San Pablo en Brasil. Los dos encuentros son vitales para la clasificación de ambos a los octavos de final.

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