El Xeneize se encontró con un planteo agresivo por parte de su rival, con presión extendida hasta la mismísima salida del local, y bloqueando a Pol Fernández y Campuzano en el inicio de la generación.
Así, el Canalla consiguió imponerse de arranque en la batalla de la posesión, aunque con poca comodidad, porque Boca también ejerció un pressing intenso. En consecuencia, el manejo se dio más en campo propio, o hasta tres cuartos de cancha. Y con Vecchio un tanto retrasado, lejos de la zona en la que puede influir.
Lo más claro para el Canalla en el área fueron dos penales. Uno que fue, de Rossi a Ruben, que el árbitro Ariel Penel no sancionó. Y otro que no fue, del propio arquero a Gamba (bien fabricado, tirándose tras adelantar la pelota) que el juez compró con moño y garantía. El guardameta se vengó tapándole a una mano el remate a Vecchio.
Con Central cortándole los circuitos de juego, al equipo dirigido por Sebastián Battaglia le costó mucho progresar en el campo. Así, abundó en los balones largos a Benedetto o en la búsqueda de la gambeta en velocidad de Villa. De hecho, lo más riesgoso que tuvieron los de la Ribera se dio a los 15′, con una recuperación alta y una corrida del Pipa, que terminó con un remate cruzado y ancho. Al menos hasta el epílogo de la etapa, cuando en dos pelotas paradas, Boca casi rompe el cero. Primero, con un cabezazo de Izquierdoz que rozó Servio y rebotó en el travesaño. Luego, con un borbollón en el que Ojeda casi rechaza hacia su propia valla y en el desconcierto tapó el arquero.
El penal que Rossi le tapó a Vecchio
Una modificación táctica de Battaglia le permitió al esta vez inquilino en Liniers posicionarse de otra manera en el partido. Con Juan Ramírez por Salvio, el mediocampo quedó mejor poblado y Pol Fernández ganó libertadores, casi de enlace. Y Boca se puso al frente a los 5 minutos, con el córner de Villa y el testazo goleador de Izquierdoz, que sorprendió apareciendo por el primer palo. Y pudo haber bajado el martillo a los 7, tras asistencia de Pol y un toque sutil del colombiano delantero, que salió apenas desviado.
Ante el éxito del nuevo plan, el DT profundizó con Molinas, con características de enlace, por el Pulpo González, en pos de defenderse con la pelota en botines propios. Y, más allá de un momento en el que el Xeneize retrocedió en el campo en un momento, y que un par de intentos del ingresado Benítez lo incomodaron, siguió llegando al área rival. A los 20′, Fabra avisó con un desborde por derecha y un centro atrás perfecto, que conectó Ramírez para lucimiento de Servio. A los 35, confirmó: edificó una pared con Molinas, fue a buscar, eliminó a un rival con una pisada monumental, y resolvió con un toque tres dedos.
Pero casi inmediatamente, el Canalla insistió con inyectarle suspenso al match. Una proyección de Torrent terminó con el cabezazo anotador de Martínez Dupuy, que dejó a la visita con el empate a tiro.