Boca perdió ante Estudiantes y está frente a una de las peores campañas de su historia

Los auriazules quedaron a un punto del fondo de la tabla y protagoniza uno de los peores inicios de su historia: cinco datos que hicieron sonar todas las alarmas

El Xeneize perdió 1-0 ante Estudiantes y sólo Rosario Central y Vélez tienen menos unidades, disputadas seis fechas. Radiografía de la crisis del club de La Ribera.

Boca perdió 1-0 ante Estudiantes en La Plata y quedó a apenas un punto del sótano de la tabla de posiciones de la Liga Profesional: por debajo sólo aparecen Rosario Central y Vélez, con tres unidades. Con cuatro empates y dos derrotas en seis fechas, lejos está de aparecer en las posiciones que demanda su historia.

Pero además el rendimiento del elenco que conduce Miguel Ángel Russo dista de ser el ideal. Puede, a partir del compromiso físico y la concentración, bloquear las virtudes del rival, como ocurrió ante River en la serie por Copa Argentina, que ganó por penales. Pero se queda en la mitad del trabajo. Luego, le cuesta horrores la elaboración. No encuentra juego y tampoco resuelve desde el desequilibrio individual, como cuando contaba con Villa (en conflicto con el club), Salvio (lesionado) y Tevez (quien decidió cortar su vínculo con la institución).

Aquí, cinco datos que hacen sonar todas las alarmas en un Xeneize que busca (y no encuentra) resultados e identidad.

-Anemia de gol

Boca convirtió apenas dos goles en estas seis fechas. Agustín Obando ante Unión y Torrén en contra (tras centro de Edwin Cardona), frente a Argentinos, fueron los autores de sus únicas conquistas. En este semestre, hay que sumarle que a River lo sacó de la Copa Argentina sin convertir y la serie ante Atlético Mineiro por la Copa Libertadores que perdió desde los 12 pasos tras sendos 0-0 (aunque en realidad le anularon mal dos gritos a instancias del VAR, uno en cada partido).

Números que hablan de la dificultad en la creación y en la definición. Con Nicolás Orsini lesionado, Russo apostó por Norberto Briasco, quien cumple con la función del N° 9 sin serlo. Cristian Pavón, en otra época solución, hoy solo ofrece su talento y velocidad en cuotas. Villa, dicho quedó, continúa en rebeldía. Y los vaivenes de Cardona post Copa América lo pusieron bajo la lupa.

-Una racha negativa histórica

De los últimos 16 partidos, apenas triunfó en uno. La última victoria del equipo de Miguel Ángel Russo fue ante el The Strongest de Bolivia, en La Bombonera. En total, son 10 cotejos consecutivos sin celebrar para el Xeneize. La última vez que enhebró tamaña racha oscura fue en 1957. Es el tercer peor inicio para los de la Riberta en un torneo de AFA, después del de 1915 y el de 1984.

Boca también se hunde en la tabla anual, que es la que ofrece plazas para la Libertadores del próximo año. Hoy aparece en el puesto N° 11, con 26 puntos, a 8 de Vélez, el último que está consiguiendo su plaza. Tiene una alternativa si no consigue una remontada: ganar la Copa Argentina, certamen en el que se encuentra en cuartos de final (se medirá ante Patronato).

-Los refuerzos aún no son refuerzos

Los nombres que llegaron a apuntalar al plantel todavía no lo consiguen. Orsini se lesionó, Briasco cumple una función que no es la habitual, Advíncula está en adaptación y Esteban Rolón no probó aún ser mejor que el juvenil Alan Varela, hoy más relegado. El único que ofreció chispazos diferentes es Juan Ramírez, quien se sumo proveniente de San Lorenzo.

-Las dudas se centran sobre Miguel Ángel Russo

-El técnico campeón de la última Copa Libertadores que alzó Boca es cada vez más cuestionado. Apenas terminó el partido, se convirtió en primera tendencia en Twitter a partir de los reclamos de los hinchas. En esta etapa en el Xeneize ganó dos títulos (una Superliga y una Copa de la Liga) además de eliminar dos veces a River por penales, pero el equipo fue perdiendo fisonomía con la pérdida de algunas figuras y las lesiones (sobre todo la de Salvio).

Ante Estudiantes, los hinchas le reclamaron en las redes la demora en hacer los cambios y que no tengan continuidad algunos de los chicos que demostraron condiciones, como el ya citado Varela. “Hay que estar tranquilos y trabajar mucho, soy el primero al que le molesta perder”, dijo en conferencia de prensa. “Los chicos siempre tienen posibilidades. Nosotros trabajamos en lo sube y baja que tienen producto de la edad y de los desniveles y buscamos lo mejor de ellos”, argumentó.

De momento, el Consejo de Fútbol, con el vicepresidente Juan Román Riquelme a la cabeza, los respalda. Su contrato termina en diciembre. El próximo sábado se medirá ante Patronato, en busca de la recuperación… Y de acallar el sonido de las alarmas, cada vez más estridentes, azuzadas por las estadísticas.

 

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