El cierre de 2024 no fue el esperado para Boca Juniors. Los objetivos trazados al inicio del año quedaron lejos de cumplirse, y los constantes cambios en el banquillo técnico reflejan las dificultades que atravesó el equipo.
Ahora, el último desafío es asegurarse un lugar en la Copa Libertadores 2025, pero su clasificación depende de un resultado ajeno. Si Vélez o Talleres se consagran campeones de la Liga Profesional este domingo, Boca podría acceder al repechaje. De lo contrario, su destino será nuevamente la Copa Sudamericana.
A pesar de haber conseguido cinco victorias en sus últimos seis encuentros de la Liga, la irregularidad futbolística persiste, y el empate sin goles frente a Independiente fue una muestra más de esa realidad. En contrapartida, el equipo de Avellaneda, que cerrará el año participando de la Sudamericana, evidenció una clara mejoría en su rendimiento reciente.
Problemas en el mediocampo y destellos individuales
El principal déficit de Boca radica en su mediocampo, donde Fernando Gago aún no encuentra las piezas ideales. Ante Independiente, optó por incluir al juvenil Delgado en lugar de Miramón. Aunque mostró buenos momentos en sociedad con Zenón y Fernández, el equipo careció de fluidez en la circulación de la pelota.
Por otra parte, Exequiel Zeballos volvió a ser el jugador más desequilibrante. Desde la banda izquierda, logró desbordes peligrosos y buscó asociarse con Giménez y Merentiel mediante centros precisos, pero sin obtener resultados concretos.
Independiente, sólido pero sin brillo
El «Rojo» tampoco se caracteriza por su exuberancia futbolística. Su juego ofensivo depende de la conexión entre Loyola, Millán, Hidalgo y Tarzia, quienes buscan habilitar con precisión al goleador Gabriel Ávalos.
Millán estuvo cerca de abrir el marcador en el segundo tiempo, tras aprovechar una salida defectuosa del arquero Brey. Sin embargo, el defensor Nicolás Rojo salvó a Boca despejando el balón en la línea.
Errores defensivos y la falta de reacción
La defensa de Boca mostró desajustes, especialmente por el lateral derecho, zona aprovechada por Zeballos, quien generó peligro constante e incluso estrelló un remate en el poste.
Con el paso de los minutos, Independiente se animó más y logró incomodar al arquero Brey, que respondió bien ante un disparo de Sporle y un cabezazo de Marcone. Sin embargo, el poco peso ofensivo de Boca terminó por colmar la paciencia de su hinchada, que desde las tribunas reclamó mayor actitud. Desde el campo, las respuestas nunca llegaron.