Ambos equipos protagonizaron una final tensa y deslucida, con pocas llegadas, en el duelo disputado en el estadio de Racing Club (Avellaneda, periferia sur bonaerense) ante unos 25.000 espectadores.
Barraca Central, vinculado de manera directa a Claudio Tapia, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que también había sido mandatario de esa entidad tradicional del ascenso, jugará por primera vez en la máxima división profesional del fútbol argentino.
Fundado en 1904, Barracas Central, conocido como el ‘Guapo’, es uno de los clubes más antiguos del fútbol local, pero sólo llegó a jugar en primera durante la etapa amateur, y a partir de los años cuarenta pasó a militar en las divisiones de ascenso.
Para ascender a primera, Barracas Central llegó a ser puntero en una de las dos zonas de la Primera Nacional (segunda división), pero perdió 1-0 con Tigre la finalísima del 22 de noviembre y luego debió jugar una repesca en la que eliminó a Almirante Brown antes de imponerse a Quilmes en un choque escaso de emociones hasta los penales.
En la definición desde los once metros, para Barracas Central convirtieron Iván Tapia (hijo del presidente Claudio Tapia), Lucas Colitto, Germán Estigarribia, Gonzalo Paz y Fernando Valenzuela, mientras que del lado de Quilmes señalaron Federico Anselmo, Martín Ortega, Agustín García Basso y Emanuel Moreno, y Rafael Barrios desvió su remate.
De este modo, Barracas Central acompaña a Tigre en el ascenso a un torneo de primera división que en 2022 contará con 28 equipos en la máxima categoría, aunque a partir de esta misma temporada también regresarán los descensos, suspendidos en su momento por la pandemia de coronavirus.