Arsenal venció por 3-1 a Atlético Tucumán como local, en un partido de la jornada 12 de la Liga Profesional Argentina.
Para Arsenal los goles fueron marcados por Sebastián Lomónaco (a los 40 minutos), Gonzalo Goñi (a los 51 minutos) y Alexander Díaz (a los 91 minutos). Para Atlético Tucumán el gol fue marcado por Matías Orihuela (a los 47 minutos).
En la próxima fecha, Atlético Tucumán se medirá con Central Córdoba, mientras que Arsenal tendrá como rival a Colón.
Se acabó el invicto de Atlético Tucumán en la Liga Profesional de Fútbol y sus perseguidores se frotan las manos. El líder, que todavía conserva ese lugar de privilegio, dio un paso en falso en Sarandí, no solo por la derrota 3 a 1, sino también por su déficit de juego y por una endeblez defensiva que hizo que en 90 minutos recibiera la misma cantidad de goles que en sus 11 presentaciones previas. El pragmático Arsenal hizo muy bien los deberes y se quedó con tres puntos que le permiten tomar aire en la batalla por conservar su lugar en la primera división.
Si bien Atlético sabía de antemano que nadie podría arrebatarle la cima en esta fecha, la victoria de Gimnasia sobre Godoy Cruz el viernes había dejado a su escolta respirándole en la nuca. En busca de recuperar su ventaja salió el conjunto de Pusineri desde el pitazo inicial, cuando los chacinados todavía estaban cocinándose sobre las parrillas en el estadio Julio Humberto Grondona. Con Tesuri desequilibrando por la derecha, Orihuela dejando el surco por la izquierda y Ruiz Rodríguez siendo un dolor de cabeza para la defensa rival, el visitante controló el duelo en el primer capítulo, aunque no tuvo profundidad para inquietar a Medina.
Arsenal, respondón, aceptó el convite y se prendió en el intercambio para dar forma a un partido intenso y atractivo. Mucho más directo que su adversario, el local tuvo menos la pelota, pero fue más peligroso en esos primeros 45 minutos. Había avisado con un remate mordido de Pittón que Kruspzky no pudo corregir y con un cabezazo alto de Navas. Y golpeó a cinco del descanso: tras una buena presión en un saque de meta, Pittón recuperó y asistió, y Lomónaco recibió, giró y resolvió con un derechazo cruzado. Ese sacudón a la red puso fin a una racha de 726 minutos sin que Carlos Lampe viera caer su valla.
El golpe invitaba a preguntarse cuál sería la capacidad de reacción del conjunto tucumano. Hasta el momento, dos veces había enfrentado una desventaja en este torneo y en ambas había salido airoso (había empatado con Colón y vencido a Lanús). En esta ocasión, la respuesta fue veloz. Cuando se jugaba tiempo agregado en el primer tiempo y en la segunda jugada tras un tiro de esquina, Bianchi peinó en el primer palo y Orihuela, en el segundo y también de cabeza, restableció la parda.
Con el envión de ese tanto volvió Atlético para disputar el complemento. Pero una desatención defensiva lo puso nuevamente a remar de atrás: una marca muy laxa en un córner desde la derecha permitió un pinball en su área que terminó con un testazo de Goñi a la red. Esta vez, el impacto fue mucho más duradero. Al líder le costó mucho recomponerse y Arsenal se aprovechó de ello. Para colmo, Bianchi se ganó la segunda amarilla por un agarrón a Kruspzky en la mitad del campo y dejó a su equipo con 10 hombres.
Con el cronómetro como adversario, el equipo de Pusineri perdió toda compostura y su búsqueda fue puro empuje contra el arco de Medina. Con espacios, el elenco de Madelón esperó sus oportunidades y aprovechó la última, ya en tiempo agregado, en una maniobra que comenzó con un pase profundo de Lomónaco, siguió con un remate de Kruspzky que encontró una débil respuesta de Lampe y terminó con un toque suave y sin oposición de Alexander Díaz que le puso fin al invicto de Atlético.
