Los futbolistas mantuvieron un cónclave para evaluar la situación, luego de que a las diferencias se sumara el audio viral de Jorge Bermúdez criticando a Carlos Tevez.
La inesperada interna en Boca entre los referentes del plantel, el Consejo de Fútbol que encabeza Juan Román Riquelme y el entrenador Miguel Ángel Russo parece recrudecer. Es que después de que escalara el nivel de conflictividad, al punto que las diferencias llegaron a la opinión pública y que trascendiera un audio de Jorge Bermúdez criticando al capitán Carlos Tevez, el grupo de futbolistas se reunió para hablar sobre la situación. Y terminó consensuando una decisión que puede levantar todavía más la temperatura.
Después de evaluar el conflicto, de repasar los casos más controvertidos (Pol Fernández y Julio Buffarini) y de recordar el malestar por algunas declaraciones del Consejo (con el Patrón Bermúdez como vocero que más irritación provoca), quienes encabezaron el cónclave (con el propio Carlitos y Carlos Izquierdoz como algunas de las voces cantantes) propusieron expresar las sensaciones ante el cuerpo técnico y el equipo de trabajo que maneja el fútbol. Y dejar un mensaje tajante: ante un nuevo “destrato” con un integrante del plantel, están dispuestos a tomar una medida de fuerza (¿no entrenarse?). Esta misma noche está previsto que se lo transmitan a Russo y sus laderos. Y en las próximas horas, si siguen los pasos determinados en el encuentro, al Consejo.
¿Qué factores dispararon las tensiones? Las diferencias empezaron a brotar tras el conflicto con Pol Fernández. El mediocampista y el club no se pusieron de acuerdo en cuanto a su continuidad, el padre del futbolista lo blanqueó en los medios mexicanos y el Consejo de Fútbol optó por no contar más con él en plena competencia, a partir de un duro comunicado.
La sanción era más profunda. La idea del Consejo era apartarlo definitivamente del grupo; que se entrenara en soledad. Según pudo averiguar Infobae, ahí fue que intercedieron Carlos Tevez y Cali Izquierdoz para plantearle al entrenador Miguel Ángel Russo que ya era suficiente sanción el hecho de que no pudiera jugar. Lo consiguieron. Eso sí, fue el plantel el que “socializó” el dinero de los premios por la Copa Diego Maradona para que el volante recibiera su parte.
En el seno de la plantilla aseguran que de no haber mediado el caso Pol, Buffarini, quien no continuará más allá del 30 de junio, también podría haber sufrido el exilio anticipado por no haber acordado la renovación de su vínculo. Estos roces en el manejo empezaron a erosionar la relación con los integrantes del Consejo de Fútbol. Los que están más en el día a día son Raúl Cascini y el Chelo Delgado, siempre presentes en las prácticas. Jorge Bermúdez alterna, cumpliendo más el rol de N° 2 de Riquelme. ¿Y Román? “Aparece poco, habla con algunos en momentos determinados; los justos”, describen su accionar desde las entrañas xeneizes.
Pero Bermúdez es el más apuntado por sus declaraciones explosivas. Fue, junto a Cascini, quien se refirió como “ex jugador” a Tevez, en pleno proceso de negociación del nuevo contrato con el Xeneize. En la presentación de Zambrano, había señalado “necesitamos defensores de verdad y necesitamos gente de categoría”, desatando otra ola de gestos adustos. Y ahora protagoniza el affaire audio.
Desde el Consejo, por lo bajo, señalan que no tienen información respecto a que el reclamo será tratado cara a cara. Y sugieren que puede estar siendo agitado. Hay quienes en los pasillos de la institución marcan el encuentro entre Tevez y Daniel Angelici, ex presidente del club, como un mojón. Al mismo tiempo, resaltan que no todos los jugadores estarían de acuerdo con una hipotética medida de fuerza.
¿Cómo queda Russo en la batalla? En una posición incómoda. El director técnico siente gratitud hacia Riquelme y su equipo por haberlo convocado a los 64 años y cuando venía de experiencias en el exterior, en Alianza Lima y Cerro Porteño. Al mismo tiempo, ese sentimiento lo condiciona. Y lo llevó a aceptar decisiones que, tal vez, en otro momento de su carrera, no hubiera permitido.
Además, tras la caída 0-3 ante Santos, el DT recibió algunos cuestionamientos velados por parte del Consejo. A Riquelme, que le ratificó al orientador su confianza al renovarle el vínculo, no le gustó, por ejemplo, el hecho de que Edwin Cardona, una de las debilidades del Torero, no haya tenido un rol preponderante. Y el gran gol del colombiano en la final de la Copa Diego Maradona contra Banfield sirvió como ratificación de su pensamiento.
En medio de este contexto hostil, hace unos días, hubo una reunión con presencia del Consejo, el plantel y Russo. Allí, hubo un intento de acercamiento por parte de los ex futbolistas a cargo del área. Al mismo tiempo, transmitieron la conveniencia de evitar el contacto con la prensa por el momento, en pos de no atizar las polémicas en épocas en las que la pelota no está rodando. Pero las diferencias siguen escapándose por las grietas. ¿Habrá tregua?